Como publicó Hispanidad, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha permitido que siga adelante la Ley de Texas que prohíbe el aborto cuando se escuchen los latidos del corazón del niño, aproximadamente a las seis semanas de gestación. Y no contempla excepciones en casos de incesto o violación.

Y recientemente, un tribunal de apelaciones federal confirmó la prohibición del aborto por desmembramiento también en Texas, asimismo recogido por Hispanidad. 

Pero el gobernador de Texas, Greg Abbott, prosigue dando pasos en su hasta ahora exitosa cruzada contra el aborto, pues aprobó el pasado lunes una ley -La ley SB4- que prohíbe la administración y venta de las píldoras para abortar después de las siete semanas de embarazo. Además, añadió más multas y pena de cárcel a quienes violen la ley que prohíbe el aborto una vez se detecta el latido cardiaco del feto, recoge Infocatólica

La ley SB4, complementaria a la SB8 más conocida como la ley del latido de corazón que prohíbe los abortos después de las 6 semanas, fue aprobada por el gobernador Greg Abbott, que impone así más restricciones a los abortos en su estado.

Con la SB4 los médicos y proveedores de abortos tendrán prohibido administrar o vender las píldoras para abortar pasadas las siete semanas de embarazo. La nueva ley penaliza además como delito grave a quienes violen «intencionalmente, a sabiendas o por imprudencia» las medidas contra el aborto, lo que incluye la ley del latido de corazón, y conlleva multas de hasta 10.000 dólares y entre seis meses y dos años de prisión.

Los médicos deben estar presentes cuando los pacientes reciban estos fármacos

Se da la circunstancia de que el partido demócrata, radicalmente proabortista, cuenta en Texas con un senador provida, Eddie Lucio, el cual apoya la medida del gobernador republicano, debido a que en los últimos días se han muliplicado las búsquedas por internet de píldoras abortivas desde el estado. Lucio advirtió además de las consecuencias de automedicarse para abortar: «Los médicos deben estar presentes cuando los pacientes reciban estos fármacos para que el paciente sepa qué puede esperar de los efectos secundarios normales y qué hay que tratar rápidamente antes de que se convierta en un problema grave», recoge Infocatólica. 

Por su parte, Will Metcalf, republicano y copatrocinador de la ley, explicó que objetivo de la SB4 es «combatir los abortos inseguros ‘por correo’ y aumentar los requisitos de notificación de las complicaciones derivadas de todos los tipos de aborto», es decir, mantener un estricto control de aquellos abortos donde las mujeres terminan con algún daño por el procedimiento.

Según el ente regulador de medicamentos (FDA) es ‘seguro’ tomar las píldoras para abortar hasta las 10 semanas, y antes de la SB4 este era el límite establecido.

En abril de este año, la FDA aprobó la venta telefónica de la mifepristona y misoprostol, las píldoras para abortar, alegando que con la pandemia y las restricciones para movilizarse, se hizo más difícil el acceso a estos productos.

Sin embargo, la píldora que limita Texas es la compuesta por mifepristona, también conocida como RU-486, que puede tener un graves efectos adversos, como  hemorragias vaginales, dolor abdominal, náuseas, vómitos y fatiga.  

De hecho, en Estados Unidos hay registradas 24 muertes y 4.000 eventos de efectos adversos por el uso de estas dos píldoras, concluye Infocatólica.