Comenzamos esta crónica semanal sobre persecución a los cristianos en Nigeria, donde ocho cristianos evangélicos murieron y el edificio de su iglesia fue incendiado junto con algunas casas durante un ataque terrorista en el estado de Kaduna, en lo que los analistas empiezan a calificar como el intento de algunos de «limpiar» el país de sus cristianos, recoge Infocatólica.

Además, un sacerdote fue asesinado y otro secuestrado en el asalto perpetrado por hombres armados no identificados contra la parroquia de San Vicente Ferrer en Malunfashi, en el Estado de Katsina, en el norte. El sacerdote asesinado era el padre Alphonsus Bello, mientras que el secuestrado es el padre Joe Keke, recogió Fides.

En el informe anual de 2021 de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, el comisionado Gary Bauer llamó a Nigeria un «campo de exterminio» de cristianos.

«Con demasiada frecuencia, esta violencia se atribuye a meros 'bandidos' o se explica como hostilidad entre agricultores y pastores», dijo Bauer en el informe. «Si bien hay algo de verdad en estas afirmaciones, ignoran la verdad principal: los islamistas radicales están cometiendo violencia inspirados por lo que creen que es un imperativo religioso para 'limpiar' Nigeria de sus cristianos. Deben ser detenidos».

El International Society for Civil Liberties & Rule of Law, grupo cívico con sede en el estado nigeriano Anambra, estima que al menos 1.470 cristianos han sido asesinados en los primeros cuatro meses de 2021 en Nigeria. El grupo también estima que alrededor de otros 2.200 han sido secuestrados durante ese período.

Tariq y Majid tomaron a la joven y la arrastraron hasta el mercado, rasgándole la ropa y riéndose de ella

Nos vamos ahora a Pakistán, donde el joven cristiano de 32 años Arif Masih fue brutalmente asesinado en Gojra (Punjab), tras defender a su hermana de los acosos y agresiones de sus perseguidores musulmanes.

Según informa Asia News, dos musulmanes, Muhammad Tariq y Muhammad Majid, comenzaron a acosar a la hermana del fallecido, Rizwan Masih, mientras regresaba a su casa del mercado.

La joven intentó escapar y refugiarse en su casa, pero los agresores irrumpieron en su interior. Su hermano, el asesinado Arif Masih, intentó defenderla, enzarzándose en un altercado. Posteriormente, Tariq y Majid tomaron a la joven y la arrastraron hasta el mercado, rasgándole la ropa y riéndose de ella.

El mismo día, aconsejado por la policía, Arif denunció a los delincuentes citando la ley que castiga a “todo aquel que agreda o haga uso de la fuerza criminal contra una mujer y rasgue su ropa y en ese estado la exponga al público”. Pese a que la denuncia no trascendió y los agresores no fueron detenidos, amenazaron al hermano de la agredida con las peores consecuencias si no retiraba la denuncia.

Tres días después, los culpables fueron a la casa de Arif, donde tras cargarlo en su moto, lo golpearon, envenenaron y lo arrojaron a la calle. En estado crítico, le realizaron los primeros auxilios en el Hospital de Gojra, y fue trasladado al Hospital de Faisalabad, donde no pudieron hacer nada por el joven.

Los militares deben cesar inmediatamente los ataques contra los civiles y contra las iglesias

Y en Myanmar (antigua Birmania), los militares del ejército birmano atacaron con fuego de artillería la aldea de Kayan Tharyar, a 7 kilómetros de Loikaw, capital del estado de Kayah, con el objetivo de golpear a supuestos grupos rebeldes. Una de las granadas de mortero alcanzó una iglesia, matando cuatro personas e hiriendo a muchos otros desplazados que habían buscado refugio allí, informa Fides.

Los habitantes de la aldea creían que la parroquia sería un “lugar en el que podrían refugiarse con seguridad de los accidentes y tiroteos en la zona, pero trágicamente no ha sido así”, escribieron los jesuitas de Myanmar.

Los jesuitas condenaron los “crímenes atroces de la manera más enérgica posible” y pidieron que los militares rindan cuentas. “Los militares deben cesar inmediatamente los ataques contra los civiles y contra las iglesias. Las bombas han destruido edificios, reduciéndolos a escombros, con imágenes que recuerdan un claro escenario de guerra”, indicaron.

Vatican News informó que el estado de Kayah, donde el 75% de los habitantes pertenecen a minorías étnicas, tiene el porcentaje más alto de cristianos en Myanmar. La presencia católica en esta región comenzó a finales del siglo XIX con la llegada de los primeros misioneros italianos del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME). Hoy en día hay más de 90.000 católicos de los aproximadamente 355.000 habitantes de esta provincia.

Desde el 1 de febrero, Myanmar ha registrado enfrentamientos sangrientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que protestan por el golpe de Estado militar que derrocó a la dirigente Aung San Suu Kyi.

Desde el inicio de la crisis han fallecido más de 800 personas, donde Myitkyina, la capital del estado de Kachin, ha experimentado algunos de los peores actos de violencia.

Así las cosas, urgen oraciones por los cristianos perseguidos por su fe en Cristo.