En Hispanidad decíamos que ya se habla de reacción violenta contra el aborto: el verdugo quiere pasar por víctima, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, que está a la última de todo, lo ha hecho suyo y desde Argentina ha asegurado que los grupos provida que se reúnen a rezar y rescatar bebés a punto de ser abortados: "meten a las mujeres en camiones y furgonetas" y "las obligan a hacerse ecografías para mostrarles a los fetos". 

"En todos estos años se ha producido de forma sistemática acoso por parte de los antiabortistas a las clínicas, a las mujeres que van a interrumpir su embarazo y también al personal sanitario que trabaja en esas clínicas. Acoso diario metiéndolas en camiones o furgonetas en las que las obligan a hacerse ecografías para poder mostrarles los fetos y por tanto intentar convencerlas de que no interrumpan el embarazo. Y, por supuesto, llamándoles asesinas, haciéndoles pasillos para dificultar su entrada en las clínicas". 

Rcordemos que Irene ya ha conseguido que rezar en la calle sea delito y que en España se haya reformado y ampliado, aun más, la ley del Aborto. La majadería es tal, que el aborto se ha convertido en un derecho y en política social e Irene Montero va diciendo en el extranjero, que en España se encierran a las mujeres en camiones para realizarles ecografías. Son las tres etapas: primero se pide aborto libre, luego aborto gratuito, finalmente te fuerzo a un aborto obligatorio, previa censura a los provida. Es lo que Cristo llamó la blasfemia contra el Espíritu Santollamar mal al bien y bien al mal. La pregunta es, de toda la función que cumplen los rescatadores, a Irene Montero, ¿le molesta el supuesto acoso que realizan ayundando a esas mujeres, las cuales cuando salen de abortar están completamente solas, o que con su actuación la mujer no aborte? Porque si le ves o le oyes, no abortas, y claro, eso no es progresista.