El Obispo de Orihuela-Alicante, Mons. José Ignacio Munilla, acudió este 2 de noviembre, día de Todos Los Fieles Difuntos, a un abortorio para apoyar a la campaña 40 Días por la Vida, que reza por el fin del aborto. A través de sus redes sociales, Mons. Munilla compartió una foto con otros voluntarios. 

“En este día de #TodosLosFielesDifuntos he participado en la campaña de 40 Días Por La Vida, orando ante un abortorio en Alicante”, dijo el Prelado. ¡Si el aborto es progresismo, entonces la ley de la selva es la cumbre de la democracia!”.

Acierta Munilla, efectivamente: si el aborto es progreso, la ley de la selva es la cumbre de la democracia. No es la primera vez que Mons. Munilla acude a un abortorio a rezar, pero esta ocasión es distinta. Ya no solo por el significado del día, de los Difuntos, sino porque ahora hay que tener narices para acudir. Recuerden que en abril, se modificó la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, en su artículo 172 se contemplan penas para: 

"1. El que para obstaculizar el ejercicio del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo acosare a una mujer mediante actos molestos, ofensivos, intimidatorios o coactivos que menoscaben su libertad, será castigado con la pena de prisión de tres meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días".

Es decir, con los actos molestos, ofensivos, intimidatorios o coactivos que menoscaben su libertad se refieren a rezar frente abortorios. Y con derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, quieren decir fulminar la vida del ser más indefenso. Una cosa es acoso y delito y la otra un derecho, y en España puedes ir a la cárcel por rezar y por ayudar, ¿comprenden?

Los voluntarios son muy valientes por seguir yendo cuando pueden ser arrestados y multados, y Mons. Munilla también. Ya me imagino el titular de los medios progres: Obispo ultracatólico acosa a mujeres que van a ejercer su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. ¡Bravo, Mons. Munilla!