Una semana más, Hispanidad realiza una crónica recogiendo las últimas informaciones sobre la persecución -incluso genocidio- contra los cristianos, una realidad silenciada en muchos medios y en muchos gobiernos occidentales.

El contexto de esta persecución a los cristianos es que ésta está aumentando en los últimos tiempos, tal y como recogen varios informes, como el de Puertas Abiertas, el del Observatorio sobre Intolerancia y Discriminación contra Cristianos en Europa (OIDAC); o el de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN)

Esta semana empezamos en Indonesia, país musulmán que no aplica la sharía (ley islámica) a nivel nacional, pero donde se cree que al menos 52 de los 470 distritos y municipios del país han introducido normas inspiradas en ella, según explica ACN en su informe sobre libertad religiosa del año 2023

Este informó dice, literalmente: "En la actualidad, Indonesia se encuentra en una encrucijada. A pesar de los alentadores esfuerzos de algunos grupos de la sociedad civil, líderes religiosos y funcionarios públicos para contrarrestar el aumento de la intolerancia, las presiones sociales que discriminan a los grupos confesionales minoritarios, los indicios de extremismo y la incapacidad para reforzar la legislación en favor de la libertad religiosa (con la proliferación del número de normas inspiradas en la sharía) pueden provocar una mayor erosión de la larga tradición de pluralismo y armonía religiosa de Indonesia. A la vista de la situación, las perspectivas para la libertad religiosa en esta nación asiática parecen inciertas y deben mantenerse en observación".

En este contexto, recientemente, en la ciudad de Padang, unos individuos entraron en una escuela cristiana donde se estaba enseñando la Biblia y la destrozaron, a resultas de lo cual dos niños de 8 y 11 años resultaron heridos, cuenta Puertas Abiertas. 

En el momento de la agresión había unas 30 personas dentro que quedaron traumatizadas. Una de ellas relata: “Casi pierdo a mi esposo. Estuvo a punto de ser apuñalado, pero gracias a la protección de Dios, alguien intervino y detuvo al agresor”. 

Afortunadamente, la policía actuó rápido y detuvo a nueve individuos responsables del ataque. 

No muy lejos de allí, en la India, gobierna el partido ultranacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP), de carácter nacionalista-panteísta, el del actual presidente, Narendra Modi, y un partido que o bien se dedica a perseguir a los cristianos o bien lo fomenta o bien hace la vista gorda cuando ello sucede. 

Según el informe de ACN sobre libertad religiosa, referido al año 2023, en muchos estados de ese país, además, están vigentes las «leyes anticonversión», que, con la excusa de perseguir un supuesto proselitismo de otras religiones, en la práctica prohíben la conversión desde el hinduismo a esos otros credos para evitar que el país pierda su carácter hinduista. 

Esta semana se produjo un nuevo episodio de ataque a los cristianos, concretamente en Jaleswar, en el estado de Orissa, informa Asia News. 

Unos 70 individuos agredieron al párroco de la iglesia de San Tomás, el padre Lijo Nirappel, así como a otro cura, dos religiosas y un catequista, cuando regresaban de celebrar un funeral en un pueblo cercano. Los atacantes esgrimieron como excusa que los cristianos habían suscitado conversiones forzadas, una acusación falsa, como se demostró después. 
 
"Primero atacaron a nuestro catequista que iba en motocicleta. Lo golpearon sin piedad, desarmaron su moto, vaciaron el tanque y la tiraron", relató el padre Nirappel. Luego "nos agredieron físicamente, empujándonos, arrojándonos al piso y golpeándonos con violencia. Nos dieron puñetazos, nos arrebataron los celulares y seguían gritando que estábamos tratando de convertirlos por la fuerza en estadounidenses”. "Nunca imaginé que pudiera ocurrir algo así. Fuimos agredidos y humillados por acusaciones infundadas". 

El arzobispo Vincent Aind de Ranchi declaró a AsiaNews que esta agresión forma parte de "una estrategia más amplia que se está aplicando en muchos otros estados, especialmente en los gobernados por el BJP". "Se trata de crear una situación de desorden público, pero sobre todo de amenazar y perturbar a las minorías. En realidad, es un ataque a los derechos constitucionales". 

Nos ocupamos de Colombia, un país que padece en este momento la desgracia de contar con un Gobierno izquierdista, el de Gustavo Petro, un ‘progre’ que intenta desarrollar políticas ‘progres’, es decir, en contra de los principios no negociables establecidos por el Papa Benedicto XVI (que son vida, familia, libertad de enseñanza y bien común) para una acción política basada en el humanismo cristiano. 

Además de eso, Gustavo Petro se ha visto incapaz de frenar la violencia en el país, uno de cuyos ejemplos recientes lo han padecido unos cristianos indígenas, relata Puertas Abiertas.  

Estos cristianos indígenas viven en medio de la selva, en sus comunidades, donde las prácticas espirituales ancestrales son la norma, y desviarse de ellas trae consigo serias represalias, como por ejemplo, perder la custodia de los hijos. 

Una cristiana indígena cuenta: “Tenía miedo de que en la escuela les enseñaran las creencias de la comunidad y se confundieran. Ellas viven conmigo, y yo les enseñé a orar y a cantar himnos, pero les digo que no lo hagan frente a otros. Les pido que no se lo cuenten a nadie, y les digo que un día, cuando sean más grandes, lo entenderán”.

“En estas comunidades, las creencias tradicionales forman la base de toda la estructura social y cultural. Por eso, quienes eligen seguir a Cristo son vistos frecuentemente como una amenaza para ese equilibrio delicado”, explica un miembro del equipo de investigación de Puertas Abiertas en este país sudamericano.