Seguramente ya habrá visto y oído las noticias que corren acerca del nuevo belén instalado en la Grand Place de Bruselas.
Suicidio cultural.
— La Rana Gitana (@LaRanaGitana) November 29, 2025
En Bruselas han expuesto un “belén inclusivo” sin rostros, esto es arrodillarse ante el enemigo. Quitar el rostro es quitar identidad. Convertir en “inclusividad” la eliminación de las figuras sagradas revela una Europa decadente renunciando a sus raíces. pic.twitter.com/QbhvE7GDnV
Vayamos por partes, porque el tema se las trae, e intentemos dejar a un lado si nos parece bonito, feo, horroroso o simplemente espantoso. Según el Ayuntamiento quisieron instalar un nuevo belén porque “el antiguo estaba muy deteriorado y se caía a pedazos” por lo que era necesario reemplazarlo. Así, junto con Luc Terlinden, el arzobispo de Malinas-Bruselas, lo encargaron Victoria María, una artista de Bruselas “que practica la fe católica”. Esta información nos la da Newtral, que a la vista de la polémica se ha apresurado a decir que es fake new el hecho de que se le hayan quitado las caras por los musulmanes.
Y es que en cuanto se inauguró las imágenes circularon por las redes, un belén sin caras, y encima la artista en una entrevista asegura que lo ha hecho así para que “el rostro en tejido deje espacio a la imaginación de cada persona”. “No se busca excluir a nadie”, es decir, busca ser inclusivo. Primera aclaración, en el belén está María, José, Jesús, la mula y el buey, esta es toda la inclusión que se debe tener en cuenta, el resto es fruto de la progresía que invade a la propia Iglesia, aunque Victoria María practique la fe católica y aunque el arzobispo le encargara el nuevo belén.
Seguimos, las redes sacaron sus conclusiones, lógicas por otra parte: belén sin caras, inclusivo y en una ciudad tomada por la inmigración ilegal musulmana. Tenemos que tener en cuenta que el islam es iconoclasta, es decir, niega el culto a las imágenes sagradas. Estos cuatro hechos juntos han hecho que todo internet interprete las palabras de la diseñadora, esa inclusividad, con inclusivos con el islam.
Pero ya está ahí el Ayuntamiento y Newtral para desmentirlo todo. La intención de la diseñadora “nunca fue montar un belén musulmán”, puntualizan fuentes del consistorio a Newtral.es. “Los musulmanes no nos han pedido absolutamente nada”, aseguran.
El alcalde de Bruselas, Philippe Close ofreció una rueda de prensa en la que aclaró que, en Bruselas, “el belén, sea uno creyente o no, forma parte de nuestras tradiciones”. Close aseguró que el consistorio siempre ha intentado abordar estos proyectos “con respeto”, aunque buscando también cierta “originalidad”. Y claro, aquí el siguiente problema, y me temo que el más grave. Da igual si se busca la inclusividad, el islam o la orginalidad, el problema es el mismo que lo que sucedió en España con la restauración de la Macarena o con el cartel de la Semana Santa de Sevilla. Desdibujando el rostro, minimizas lo sucedido.
'Ha nacío el Rey del mundo, mientra' que el mundo dormía... mira si es grande que siendo Dios, en un pesebre pobre nació', dice el villancico, con la eliminación de las caras se está negando esa grandeza y ese milagro. Estás siendo inclusivo con terceros, y estás excluyendo la realidad de unos padres que soportaron burlas, que tuvieron que huir de su hogar, con lo puesto, una mula y una embarazada, y que tuvieron que ver a su hijo nacer en un pesebre porque todos le negaban cobijo, y todo eso lo hicieron, por nosotros, por dar a luz al salvador del mundo. Pero hay que ser inclusivos en una Europa que ha perdido el norte y sus raíces cristianas. Eso sí, inclusivos en abstracto, no con el islam, que quede claro, que sino es delito de odio.










