Se ha hablado mucho de la entrevista concedida el martes por el presidente del Gobierno en el espacio que mejor controla: TVE. Genuflexo ante el prófugo de Waterloo, el 'doctor Sánchez' (como le llama Juan Manuel de Prada en un genial topónimo personal) no ha mermado en egolatría pero ha pedido perdón a Puchi por no haber cumplido, en tiempo y forma, todas las condiciones del gran chantaje separatista a España. En Moncloa le llaman normalización de Cataluña pero no es más que una rendición, no a Cataluña, sino a lo peor del pueblo catalán.

En resumen, Sánchez pide perdón a Puigdemont: necesita sus siete votos.

El presidente del Gobierno es una de esa personas indebidamente emancipadas de su sentido del honor.

Pero estamos en Adviento. Si quieren mortificarse escuchen la entrevista entera. Comprobarán que Chesterton no conoció a Sánchez pero a lo mejor escribió esas palabras para gente como él.