Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Francia donde, aprovechando la manifestación sindical del domingo 1 de mayo de 2022, en Angers, un grupo de activistas de extrema izquierda atacó a los feligreses de la iglesia Notre-Dame des Victoires y profanó el exterior del edificio, recogió Infocatólica.

El grupo de activistas de extrema izquierda se abalanzó sobre los feligreses que acudían a la misa que iba a empezar a las 11 de la mañana. Los izquierdistas tiraron huevos y pintura a la cara a un grupo de jóvenes católicos que se interponían para bloquear las puertas de la iglesia y «evitar cualquier posible intento de intrusión».

Las fotos publicadas en las redes sociales muestran el exterior del edificio manchado con manchas de pintura rosa y huevos aplastados en el suelo. También se dice que el grupo antifa gritó «eslóganes homofóbicos» y canciones antifascistas como «Siamo tutti antifascisti» («todos somos antifascistas»). La policía intervino entonces para poner fin a los ataques.

Si bien la misa y la manifestación finalmente habían retomado su curso normal después de este incidente, los activistas de extrema izquierda habrían vuelto a la carga justo antes del final de la misa, indica RCF Anjou. Estacionaron frente al edificio portando una pancarta dirigida a los católicos: «Estamos aquí para desafiar a los que se dedican a endiosarse», como lo demuestra un video subido a las redes sociales .

Jóvenes feligreses y otros activistas opuestos a antifa los habrían enfrentado momentos antes de que la policía interviniera nuevamente para dispersarlos, aún podemos verlo en un video.

El año pasado, a finales de mayo, un grupo de antifascistas ya había atacado violentamente a católicos durante una procesión organizada en París en homenaje a los sacerdotes mártires de la Comuna. Habían herido a varias personas. Un hombre debería ser juzgado alrededor de junio, ya que el juicio tuvo que posponerse.

Esta persecución estatal la llevan a cabo también autoridades no estatales y la propia presión social, que los considera apóstatas y penalizables por la ley islámica o sharia

Nos vamos ahora a Pakistán porque un paquistaní de nombre M.A.M., musulmán que se convirtió al cristianismo en Europa, ha visto reconocido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo el derecho de asilo que le habían negado los tribunales de Suiza, donde reside. Los jueces han sentenciado que su vida corría peligro si regresaba a su país de origen, recoge Religión en Libertad.

La sentencia la dio a conocer el Centro Europeo para el Derecho y la Justicia (ECJL, por sus siglas en inglés) que dirige Grégor Puppinck, especializado en la defensa de la vida, la familia, la libertad de enseñanza y la libertad religiosa en el ámbito de la Unión Europea.

La asociación de Puppinck intervino en el caso de M.A.M. aportando al TEDH información de primera mano sobre la situación de los cristianos en Pakistán, proveniente de su delegación en el país, donde ejerce la asistencia legal a la minoría cristiana perseguida.

Ése era el punto clave, pues las autoridades helvéticas no ponían en duda que la conversión de M.A.M. era sincera y no iba orientada a obtener el estatus de refugiado. Sin embargo, consideraban que el hecho de haber abandonado el islam no le supondría graves problemas en Pakistán.

En un exhaustivo informe, el EJCL demostró que precisamente ése es el caso paquistaní. Las minorías religiosas en Pakistán, lo que incluye a los cristianos conversos del islam, sufren persecución, violencia y discriminación por parte del estado. Esta persecución estatal la llevan a cabo también autoridades no estatales y la propia presión social, que los considera apóstatas y penalizables por la ley islámica o sharia.

Se dan casos de conversiones forzadas de esas minorías al islam para asimilarse a la religión oficial del Estado. Las acusaciones de "blasfemia" están severamente castigadas, lo que incluye toda forma de crítica al islam. En este sentido fue mundialmente conocido el caso de Asia Bibi, quien tras ver conmutada la pena de muerte dictada contra ella tuvo que huir del país y vive con su familia en Canadá.

En varios estados del norte de la India, Uttar Pradesh, Uttarakhand, Haryana y Delhi, se producen la mayoría de los ataques contra cristianos

Y en la India, los ataques contra los fieles cristianos son violaciones claras y flagrantes de la Constitución y, como tales, deben ser perseguidos y detenidos. Lo afirman sacerdotes, religiosos y defensores de los derechos humanos a raíz de la publicación de un informe editado por un grupo de organizaciones cristianas que reporta en 2021 más de 300 episodios de violencia contra cristianos, recoge Fides.

“Lo que les está sucediendo a los cristianos en la India no es nada nuevo. Lleva 20 años ocurriendo con pasmosa frecuencia en los estados gobernados por el Partido Bharatiya Janata (BJP)”, comenta el padre Cedric Prakash, estudioso y escritor jesuita, comprometido con la defensa y la promoción de los derechos humanos. “Sin embargo, desde 2014 elementos vinculados a la ideología 'Hindutva' (que aboga por un nacionalismo religioso hindú) han llevado adelante, cada vez con mayor impunidad, su agenda violenta y su propaganda de odio contra las minorías religiosas, como los cristianos y los musulmanes. Incluso los líderes hindúes más intransigentes se escudan en esta impunidad”, dice el padre Prakash. “Los ataques y amenazas se han incrementado dramáticamente. Esto va totalmente en contra de la Constitución, del espíritu democrático y del tejido pluralista del país. El pueblo indio debe ponerse de pie para detener este fanatismo inmediatamente antes de que sea demasiado tarde”, añade.

Según el informe titulado ‘Cristianos bajo ataque en la India’, en varios estados del norte de la India, Uttar Pradesh, Uttarakhand, Haryana y Delhi, se producen la mayoría de los ataques contra cristianos.

“Los temores y sospechas sobre cristianos que están convirtiendo a hindúes son completamente infundados. Los ataques más brutales tuvieron lugar en 21 estados. La mayoría de los incidentes ocurren en los estados del norte de los que 288 casos corresponden a violencia de masa. Esta es una situación aterradora, que plantea preguntas críticas sobre el papel de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Ministerio del Interior y su deficiente programa para frenar la violencia”, explicó el líder católico AC Michael, ex miembro de la Comisión para Minorías en Delhi y hoy Coordinador Nacional del Foro Cristiano Unido (UCF).

Se presentaron más de 49 denuncias en las comisarías, pero no se tomó ninguna medida, señala el texto. La investigación realizada muestra que la mayor parte de la violencia tuvo lugar contra cristianos pertenecientes a los dalits y a comunidades tribales. Los perpetradores pertenecen a grupos nacionalistas hindúes que culpan a los cristianos de convertir a los hindúes mediante dinero u otras formas de ayuda. Los cristianos niegan completamente tales acusaciones, como señala Minakshi Singh, secretaria general del grupo ‘Unity in Christ’, una organización protestante con sede en Delhi que contribuyó en la elaboración del informe. “Esto no verdad para nada. No se ha producido ningún cambio significativo en el porcentaje de población cristiana, es más, su número está disminuyendo”, apunta.