Parece que a Navarra no le ha funcionado el experimento de la jornada escolar continua y flexible y quiere volver a la partida... como en la concertada que, además, le sale más barata la contribuyente: un alumno de la concertada le cuesta unos 3.000 euros/año. El alumno de la pública le cuesta alrededor del doble: 6.000 euros
Parece que a Navarra no le ha funcionado el experimento de la jornada escolar continua y flexible y quiere volver a la partida... como en la concertada que, además, le sale más barata la contribuyente: un alumno de la concertada le cuesta unos 3.000 euros/año. El alumno de la pública le cuesta alrededor del doble: 6.000 euros.
Según Navarra.com, las jornadas continuas y flexibles venían implantándose de forma progresiva desde el año 2007 y mediante prórrogas anuales, se fueron asentando en los centros educativos.
La orden foral define los tipos de jornada escolar en partida, continua y flexible y subraya que para la organización de la jornada escolar se atenderá prioritariamente a los intereses, necesidades y características del alumnado y sus familias. En línea con los informes elaborados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la orden foral apuesta por la ampliación del tiempo de aprendizaje y plantea un sistema flexible de jornada completa que posibilita el incremento del tiempo de aprendizaje por las ventajas que aporta en particular para el alumnado desfavorecido. El pensamiento Celaá ataca de nuevo. Recuerden, uno de los mantras que repite el gobierno socialista para justificar que los alumnos pasen de curso con varias asignaturas es que la ley persigue la igualdad entre los estudiantes. Es decir, que ninguno repita, porque eso causa un trauma en el alumno y porque, además ojo al dato, resulta que los niños pobres tienen más dificultades para aprobar que los niños ricos que cursan estudios en el mismo centro. Y ¿qué tiene que ver la riqueza con los aprobados o la pobreza con los suspensos? ¿Es que los alumnos pobres son más tontos que los ricos? Porque eso es lo que, finalmente, promulgan quienes defienden la ley del mínimo esfuerzo o -directamente- del esfuerzo cero entre los estudiantes, o sea, los defensores de la 'ley Celaá'.
Volviendo a la cuestión del horario escolar, la nueva regulación establece la obligación de los centros de ofertar actividades de atención al alumnado en horario de tarde, voluntarias para los niños, que serán atendidas por docentes y consideradas horario lectivo para el profesorado de los centros públicos. ¿Estarán de acuerdo los docentes? Ya saben, se trata de ampliar su horario de trabajo...
Estaríamos hablando entonces de impartir actividades extraescolares... como en la concertada. Pero no quedamos en que según el Gobierno Sánchez: "Esta práctica puede ser negativa y contraproducente".
Que Sánchez busca premiar al vago y castigar al diligente no es algo nuevo. Con la ley Celaá hemos visto de todo -o eso creemos-. Véase, pensamiento Celaá: si los alumnos repiten mucho... pues suprimimos las repeticiones. Pedir más esfuerzo no es progresista.
Pues bien, de los creadores de tales teorías, nos llegaba el nuevo 'éxito': las extraescolares "Pedagógicamente, pueden ser negativas y contraproducentes para el alumno, quien además de pasar 5 o 6 horas lectivas en el aula, se vería obligado a extender su jornada escolar con varias horas de clases particulares en su tiempo libre, en un tiempo extraescolar". Además, resulta que "las clases particulares ponen de manifiesto la excesiva carga de deberes que se siguen dando en muchos centros, principalmente de educación primaria". Y "el sistema educativo debe garantizar que los alumnos y alumnas cuenten con los recursos adecuados sin tener que recurrir a un gasto extraordinario por parte de las familias para lograr el éxito educativo".
A ver si nos aclaramos... ¿No tendría que ver este rechazo a las extraescolares, simplemente, con el hecho de que tales actividades ayudan a la concertada a financiarse? Pues se da la circunstancia de que, como la OCDE, siempre basándose en la evidencia científica (si es evidente -que se ve- es porque no necesitan de ciencia alguna y si es ciencia es porque no se ve a simple vista) pregona que pasar más tiempo en el colegio permite elevar las tasas de graduación y mejora el aprendizaje, especialmente en los alumnos desfavorecidos, entonces, hay que volver a la jornada partida, a las extraescolares y a lo que haga falta... aunque se reproduzca el modelo de la concertada. Lo que hay que hacer por los alumnos.