El republicano Ron DeSantis no se amilana con la progre The Walt Disney Company. Ahora le amenaza con levantar otro parque (estatal o temático) o incluso una prisión estatal en el distrito que alberga su parque Disney World.

El gobernador del estado de Florida ha insistido en que “el reino corporativo de Disney ha terminado, a pesar de sus repetidos e inútiles intentos de eludir la legislatura y la voluntad del pueblo”. Recuerden que el enfrentamiento empezó con las críticas del gigante de ocio y entretenimiento a la ley estatal que prohíbe adoctrinar en ideología de género en las escuelas, y siguió con la suspensión de sus donaciones al estado de Florida, pero DeSantis no se achantó y no sólo sacó adelante la citada ley, sino que para responder a la suspensión de donaciones, se propuso acabar con sus privilegios para que la multinacional viviera “bajo las mismas leyes que todos los demás”.

Sin embargo, parece que esto último aún no lo ha logrado del todo. Al parecer, la factoría de Mickey Mouse sigue controlando la gran extensión de terreno alrededor de su parque temático y sólo cambió a la junta del distrito especial de Reedy Creek, pero antes de eso aprobó unos acuerdos de última hora que dejaban con las manos atadas a la nueva directiva formada por miembros nombrados por DeSantis. Y es que con la nueva legislación se creó el Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central, pero eso no anulaba el distrito especial, sino que sólo sustituía su directiva.

A principios de este mes, en la junta de accionistas de Disney, su CEO, Bob Iger, defendió que “una empresa tiene derecho a la libertad de expresión, como los individuos” y que las acciones de DeSantis son “no solo antiempresariales, sino que suena anti-Florida”. La respuesta del gobernador ha tardado unas semanas, pero ha sido contundente: declarará nulos los acuerdos de última hora firmados por la antigua junta del distrito con Disney porque “tienen muchos problemas legales” y habrá nuevas medidas legislativas. Entre ellas, DeSantis buscará anular la resolución que dice que Disney tiene autoridad superior sobre las decisiones de desarrollo de terrenos, para “tal vez crear un parque estatal. Tal vez trate de hacer más parques de diversiones. Alguien incluso dijo, tal vez necesites otra prisión estatal. Quiero decir, ¿quién sabe? Quiero decir, solo creo que las posibilidades son infinitas”. Asimismo, el estado podrá hacer supervisiones de las atracciones. Además, podría aumentar los impuestos que recaen sobre el complejo (en concreto, los de sus hoteles o poner nuevos peajes a su alrededor...) y que vendrían muy bien al estado de Florida para acabar con la deuda del famoso distrito (la cual ascendía a unos 1.000 millones de dólares a finales de 2022)... y así podría disolver definitivamente el distrito (por ley no puede disolver ninguno sin antes pagar sus cuentas), según han informado CNN y La Nación.

En el entretanto en la factoría de Mickey Mouse han anunciado la segunda ronda de los 7.000 despidos anunciados y siguen insistiendo en ser LGBTQIA+ ‘friendly’ y en celebrar más el Orgullo en sus parques: han lanzado su primera Noche del Orgullo... en el parque temático que está situado en el estado de California.