La Cumbre del Clima de este año, que será la COP28, ya empieza a ser noticia: se celebrará en Dubai y la presidirá el CEO de la mayor petrolera de Abu Dabi. Algo ante lo que los ecologistas muestran dudas y temores.

Tras la celebrada en 2022 en Egipto, la de este año tendrá lugar en Emiratos Árabes Unidos (EAU), entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre. El sultán Ahmed Al Jaber, jefe de la petrolera estatal Abu Dabi National Oil Company (ADNOC), ha sido el elegido para liderarla. Todo esto no es baladí, si se tiene en cuenta que la COP27 fue criticada por dar un trato comprensivo a los productores de combustibles fósiles, algo en lo que influyó el contexto de la guerra en Ucrania y la crisis energética europea. Además, hay que tener en cuenta que 2022 ha sido el año del ridículo para los profetas climáticos, porque las petroleras se han disparado en bolsa... y también que hay petróleo y gas para 50 años.

Greenpeace señala que la COP28 debe concluir con un compromiso inquebrantable de una eliminación gradual justa de todos los combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas”. Olvida su caradura, y entre sus muestras está que hace unos meses protestó por una descarga de gas ruso en Bilbao mientras se lucra vendiendo gas en Alemania

Al Jaber, que también es ministro de Industria y Tecnología Avanzada, y presidente de Masdar, la compañía estatal de energías renovables, ha señalado que “este será un año crítico en una década crítica para la acción climática”. Asimismo, ha añadido que “EAU afronta la COP28 con un gran sentido de la responsabilidad y el mayor nivel de ambición posible”.

Claro que los ecologistas no piensan lo mismo. Desde Greenpeace Internacional han referido que el nombramiento de Al Jaber “sienta un precedente peligroso, que pone en riesgo la credibilidad de los Emiratos Árabes Unidos y la confianza que la ONU ha depositado en ellos en nombre de las personas, las generaciones actuales y futuras. La COP28 debe concluir con un compromiso inquebrantable de una eliminación gradual justa de todos los combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas”. Esta ONG ecologista olvida su caradura, y entre sus muestras está que hace unos meses protestó por una descarga de gas ruso en Bilbao mientras se lucra vendiendo gas en Alemania. Por su parte, Juventudes por el Clima -Fridays For Future España (es decir, la filial española del movimiento ecologista por Greta Thunberg) ha destacado, con bastante ironía, que cada año las cumbres del Clima se superan.

Y por cierto, no olviden que a la COP27 muchos viajaron en jets privados (hubo más de 800) y hasta el verde Pedro Sánchez se llevó tres aeronaves allí. Eso sí, luego quieren obligar al resto a viajar en bicicleta, apostando por la movilidad sostenible.