Hace poco más de un año publicábamos en Hispanidad que el 40% de los presos en cárceles de Cataluña eran extranjeros. Según el IDESCAT (Instituto de Estadística de Cataluña), la mayoría de estos presos procedían del Magreb (1.255) o de América Central o América del Sur (1.135).

En 2023, según el Consejo de Europa, esa cifra ha aumentado: en la actualidad, casi la mitad de los reclusos de las cárceles catalanas son extranjeros, mientras que en el resto del país son el 27%. Informes como este echan por tierra argumentos podemitas del tipo: los inmigrantes delinquen menos que los españoles... porque hay más españoles en las cárceles.

Según The Objective, en total, en las cárceles españolas había a fecha del 31 de enero de 2022 un total de 55.095 reclusos, de los que 47.425 estaban recluidos en prisiones dependientes del Estado y otros 7.670 en cárceles dependientes de la Generalitat de Cataluña. Esto se traduce en un ratio de 118 por cada 100.000 habitantes, que cae hasta 102 en el caso de Cataluña y sube a 121 en el esto de España.

Tal como recoge el mismo informe, en el caso de España, la gran mayoría de reclusos extranjeros son originarios de países de fuera de la UE.