En Europa se libra una batalla por la defensa de la vida y la familia que ha tenido recientemente algunos hitos.

Por ejemplo, la defensa de la vida que hizo la actual primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, al oponerse a la intención de los otros seis países del G-7 a firmar una declaración conjunta en la que se hablaba de la "importancia de preservar y asegurar el acceso al aborto seguro y legal y los cuidados post-aborto". 

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Más recientemente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (con sede en Francia), ha dado la razón a Hungría al no permitir el suicidio asistido de un ciudadano húngaro, aquejado de ELA, que lo había solicitado. El Tribunal de Estrasburgo sentenció que “no hay fundamento” para aconsejar a los Estados miembros  que proporcionen acceso a la eutanasia. Y dio la razón a las autoridades húngaras que protegieron el derecho a la vida. 

Por el contrario, el presidente francés Emmanuel Macron impuso el aborto como un derecho en la Constitución francesa, aboga por incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y quiere aprobar la eutanasia en Francia.  

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Como noticia negativa contra la vida, también hay que recordar que la Eurocámara aprobó incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE

En ese contexto, Religión en Libertad ha entrevistado a Vincenzo Bassi, presidente de FAFCE (Federación de Asociaciones Católicas de Familia en Europa) que confirma que existen en Europa (en el Europarlamento y otras instituciones europeas) lobbies anti-familia que "son muy poderosos" que "promueven el relativismo, la división de la familia y la crisis de identidad de la persona humana" y buscan "dividirnos, empezando por la familia y siguiendo con la división de cada uno, de nuestra propia identidad y cuerpo dados por Dios". 

Por ello, Bassi destaca la importancia de que las asociaciones profamilia, asociaciones de padres y asociaciones cristianas estén "estén muy presentes en su terreno, en su país, pero no basta, también hay que estar aquí en Bruselas. La FAFCE tiene esta tarea de representarlas a todas. Tenemos ya tres asociaciones españolas que forman parte de nuestra Federación con estatuto de observador: el Foro de la Familia, Enraizados en Cristo y la Sociedad y la ACdP (Asociación Católica de Propagandistas). Esta última asociación acaba de ingresar y cuenta con integrarse en la FAFCE como miembro de pleno derecho el año que viene. Estamos muy orgullosos de representarlos a todos". 

Anima a "no tener miedo. Hay que ser astutos y, sobre todo, incansables. No podemos quedarnos dormidos en los laureles, porque lo políticamente correcto puede quitarnos la libertad. La libertad de expresión, de religión y de conciencia es algo que nos vemos obligados a defender a diario en la teoría y en la práctica. Por eso hay que hablar, y hablar mucho. Desde el respeto, pero también desde la verdad".

"No podemos hablar de dignidad humana ni de derechos de los trabajadores, sin hablar de la familia. Lo mismo con la soledad, el cambio digital, la ecología y la salud mental. La familia es el centro y sin la familia no hay soluciones. Por ello, si ignoramos a la familia, ignoramos la realidad. Nosotros intentamos evitarlo hablando de la familia con todos los que nos quieren escuchar, sin filtros", añade.