El título de esta película. The Jacket (que podríamos traducir al castellano como chaqueta, jubón) nos da pistas sobre el contenido de este thriller fantástico que bebe en las fuentes de clásicos literarios y cinematográficos. Así, a los buenos lectores el eje fundamental de la trama, los viajes en el tiempo (en este caso al futuro) que el protagonista realiza cuando le introducen en una camisa de fuerza les recordará, inevitablemente, la novela de aventuras de Jack London El vagabundo de las estrellas. En cuanto a los aficionados al cine, el argumento de The Jacket les traerá a la memoria películas como La escalera de Jacob  o  Memento

The Jacket nos traslada al año 1991, hasta la primera guerra del Golfo. Un soldado (interpretado por Adrien Brody) es dado por muerto tras recibir un tiro en la cabeza por parte de un niño. Pero, poco después, de forma inesperada resucita aunque su cerebro, le advierten, ha quedado lesionado para siempre. Tanto es así que una serie de acontecimientos le llevarán a un hospital psiquiátrico donde el director del mismo, el Dr. Becker (Kris Kristofferson), utiliza a sus pacientes como cobayas humanas para experimentar sobre técnicas de rehabilitación de conductas. Una de esas repropables pruebas consiste en encerrar a los enfermos mentales en un cubículo minúsculo, del tamaño de un féretro, donde éstos, según el sádico médico, deberán enfrentarse a sus fantasmas personales.

The Jackett está dirigida por el británico John Maybury, un director con producciones de contenido polémico que suelen gustar a la crítica No creo que sea el caso de The Jackett que, a pesar de estar bien interpretada y contar con un cuidado diseño de producción, tiene un error básico: un guión que no tiene ni pies ni cabeza. Una cosa es que nos encontremos ante una producción fantástica y otra que la historia no se sostenga en sus planteamientos, sea tramposa. Eso sí, en el reparto de este largometraje aparece el británico  Daniel Craig, el nuevo actor  elegido para encarnar al famoso agente 007. Craig demuestra que es un buen actor,  otra cosa es que  no tenga el atractivo físico suficientemente para encarnar a James Bond. Se da la circunstancia de que Craig es un actor con el que le gusta trabajar al director de esta película, John Maybury,, con el que ya contó en otra producción anterior: El amor es el demonio.

Para: Adultos y jóvenes poco exigentes aficionados a los thrillers fantásticos