Sr. Director:

Atónita voy observando como paso a paso nos van desmoronando las bases de nuestra sociedad: el obstinado laicismo, la desmembración de España, el ataque a la familia, la educación y el matrimonio, y ahora incluso la identidad sexual... Pues sinceramente, sin Dios, sin patria, sin familia y sin uno mismo, poco (nada) queda; la ruptura de esquemas toca todo lo esencial de la persona humana.

Pero somos muchos los españoles con criterio que seguiremos con nuestros valores intocables hagan lo que hagan, y que nos consideramos capaces de contagiar esa firmeza a los que nos rodean y transmitir esos valores de generación en generación.

A mi nadie me quita lo esencial: soy creyente, española, casada, madre de familia y mujer, gracias a Dios.

Marianela Jaudenes

mjaudenes@atenet.edu