La vida comienza con la fecundación y la concepción "como dicen los tratados de biología y embriología". Es este un comunicado que emite la Asociación de Bioética de Castilla-La Mancha (ASBICAM), que dice muchas cosas en muy pocas líneas, así que recomiendo su lectura. En efecto, lo científico, que no lo religioso -aunque una fe no razonable no es fe cristiana-, recuerdan esto: con cada concepción aparece un nuevo ser, dotado de un código genético individuado, distinto del padre y de la madre. Es decir, aparece una persona.

Igualmente me parece positivo el recordatorio de ASBICAM: ¿Por qué negarle al malformado nonato los derechos que le otorgamos al malformado nacido

En lo único que difiero es en ese buenismo que le lleva a ASBICAM a asegurar que el aborto es un homicidio, sí, pero que no se debe castigar a la mujer que aborta. Esta asociación de bioética  explica que no se debe criminalizar a la mujer. En principio, uno es partidario de no criminalizar a nadie, pero oiga: si el aborto no se penaliza, ¿por qué no abortar

Y si el Estado en un régimen democrático es el garante de respetar los derechos del hombre, y si en ese mismo régimen democrático todo lo que no está prohibido está permitido, ¿cómo evitaremos el homicidio del más inocente y más indefenso de todos los seres humanos, el concebido y no nacido

Desearía tanto que ASBICAM me respondiera. Porque la historia del aborto siempre es la misma: se empieza por despenalizar la matanza... y luego acaba convirtiéndose en un derecho.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com