La entidad pionera en dejar de pagar a sus consejeros para dedicarlo a actividades humanitarias destinará 22 millones de euros con cargo a 2006, el 1,2% del BAI. Con Ángel Ron en la Presidencia, la entidad sigue siendo el banco más rentable de Europa y continúa marcando distancias respecto a Santander y BBVA. El Popu a lo suyo : comprar bancos, sí, pero sólo en el extranjero. Sólo una traición de Allianz podría desestabilizar al equipo directivo. El Popular quiere abrir oficinas por las tardes los fines de semana

Fue Luis Valls, cerca de medio siglo al frente del Banco Popular, quien asumió la revolucionaria medida de suprimir la participación en beneficios, la sopa boba de la aristocracia financiera española desde el final de la guerra civil, chollo que, con otros nombres (dietas, atenciones estatutarias, retribución variable, etc.) se siguen cobrando en el siglo XXI, aunque la reputación corporativa exija una mayor moderación, o al menos cierto grado de vergüenza torera. Valls consiguió no sólo que los consejeros del Banco Popular renunciarán a esta bicoca, sino que, además, la participación en beneficios no se perdió, pero se destino a beneficio humanitario, acción social o como quieran ustedes llamarlo. Otras entidades como Acerinox, Cepsa, MAPFRE, etc. siguieron el ejemplo de Valls. Un ejemplo que se supone nacido de la peculiaridad de las cajas de ahorros.

Sin embargo, esta acción social se está reduciendo con el paso del tiempo. Veinte años atrás, la participación en beneficios tenía como límite el 5% del beneficio bruto (por encima de ese porcentaje, a lo mejor los accionistas sacaban las navajas). Sin embargo, con cargo al BAI (Beneficio Antes de Impuestos) del ejercicio 2006, el Banco Popular destinará tan sólo 22 millones de euros a obra social, es decir, el 1,2%. No sólo eso, es que esos 22 millones es lo mismo que se destinó en 2005, a pesar de que el BAI creció en 2006 un 21,8 (1.723 millones de euros). ¿Se imaginan ustedes que todas las grandes empresas y bancos destinaran a la pobreza y la incultura lo que dedica el Popular?

Por lo demás, el año de presidencia solitaria de Ángel Ron ha marcado la misma pauta que los anteriores. El Popular es el banco más rentable de España y de Europa y continúa marcando distancia respecto a Santander y BBVA. Las comparaciones siempre son odiosas, pero muy esclarecedoras: la Rentabilidad sobre Activos (ROA) es del 1,31, que, aunque una centésima inferior al de 2005, se compara bastante bien con el 0,88% de media de la banca española a 30 de septiembre. Lo mismo puede decirse de la rentabilidad sobre recursos propios. El popular cerró 2006 con un ROE del 21,55 (20,45 en 2005), frente al 14,14% de la media del sector bancario español. Si hablamos de eficiencia operativa, es decir, el negocio típico según costes de explotación, el Popular se sitúa en el 31,23 (33,23% en 2005), lo que le convierte en el banco más eficiente de toda Europa.

Por esa razón Ángel Ron afirma que están dispuestos a analizar cualquier operación de compra con una condición: que el comprador pueda mejorar lo comprado en un mercado de bajo riesgo y alta rentabilidad. Esa oportunidad, hasta el momento, sólo la han encontrado en Portugal, por lo que en España continúan con el crecimiento orgánico. De hecho, en 2006, el activo gestionado por el Popu creció un 17,5. Sigue abriendo oficinas y ya cuenta con un total de 2.443, con 14.056 empleados.

En Bolsa, el Popular vale hoy 16.688 millones de euros, un 33,3% más que un año antes. Sus tres accionistas de referencia siguen siendo la Sindicatura de Directivos, que posee un 14,4%, la aseguradora alemana Allianz, con el 9,3% y Américo Amorim, que posee un 6,6%. Dicho de otra forma, dado que el Consejo controla más del 30% del capital, la única forma de desestabilizar (forma fina de decir derrocar) al actual equipo directivo sería una traición de Allianz, que no deja de ser la mayor aseguradora de Europa, aunque no parece muy probable.

Otra revolución pendiente. El Popular quiere abrir parte de sus oficinas por las tardes y los fines de semana para afirma- adecuarse a las necesidades de la clientela. Seguro que los sindicatos se le pondrán de uñas y, en cualquier caso, no debería hacerse en nombre de la conciliación de la vida familiar y laboral. Pero, en cualquier caso, conviene seguirle la pista al experimento.

Ángel Ron presentaba sus cuentas en Madrid en la mañana del jueves, 24 horas después de que Emilio Botín anunciara una reducción, incluso anulación, del coste de las remesas de emigrantes. Ron prefiere seguir con su sistema de rebajar o anular comisiones según la vinculación del cliente con la entidad. De todas maneras, no deja de llamar poderosamente la atención que el abanderado de la reducción de comisiones sea el Santander. Debe de haber algún truco, dado que el banco de Botín obtiene ingresos por comisiones que ya alcanzan el 60% del margen de intermediación, o negocio típico, mientras que en el Popular las comisiones representan el 42,6%.

Otro proyecto al que habrá que prestarle atención: Ron pretende cambiar la escala retributiva, dándole más importancia a la retribución variable, que ahora mismo como media oscila en el Popular entre el 5 y el 10%.