Sr. Director:

Me dirijo a usted para expresarle, la repulsa que me provocan estas últimas noticias acerca del pago para el ingreso a las Catedrales de España, con el fin de mantenerlas y preservarlas.  

Inmediatamente, me figuro que esto nos ocurrirá tarde o temprano a los argentinos. Pero la diferencia es la indiferencia acreditada y manifiesta desde el advenimiento de la democracia, por todo aquello que tenga que ver con la fe Católica Apostólica Romana. Además, como el pueblo de la Nación Argentina no tiene el mismo ingreso per cápita que el de los europeos, dudo que podamos mantener nuestras Catedrales y toda aquella teología del arte hierático, desprotegidas unas y muy deterioradas otras por el paso del tiempo.

No entiendo ni deseo entender, la tolerancia que da origen a la indiferencia y el pragmatismo utilitario que quieren conculcarnos los mal llamados progresistas, en detrimento de nuestra herencia Patricia y los valores supremos y sobre todo la fe religiosa. Creo también, que debería tocar de cerca a nuestra madre patria, quien antes que descubrirnos se preocupó de evangelizar a nuestros originales habitantes. Creo en fin, que toca a toda la catolicidad del orbe releer la parábola de los talentos "Mt. XXV,14-30" y hacer uso de la conciencia como fundamento inmediato de nuestros actos morales.

Miguel Seipel

catapato@cabledosse.com.ar