El Gobierno irlandés presenta un plan a cuatro años para ahorrar 15.000 millones de euros

 

Barroso pide a los países amenazados de riesgo que apliquen estrictamente los planes de austeridad. Mientras el bono a 10 años alcanza el 5% de rentabilidad.

Continúa la telenovela irlandesa y sus implicaciones en España y Portugal. Las primeras indicaciones del FMI ya se han dado e Irlanda responde sumiso, con un plan a cuatro años para ahorrar en la que los salarios, los subsidios y las prestaciones sociales serán las primeras perjudicadas. A cambio, la UE y el Fondo Monetario Internacional inyectarán 85.000 millones de euros para el rescate irlandés. Bueno, al menos eso parece, porque se han barajado varias cifras. Y todo ello a cambio del preciado ajuste de los ciudadanos irlandeses.  

Mientras estas decisiones se van tomando, los grandes entendidos toman posiciones y advierten de la situación. Por eso, la agencia Standard & Poors ha rebajado la calificación de la deuda irlandesa. Suerte que están ellos para aclararnos que la deuda del país del trébol no está bien y que necesitará un rescate financiero.

Y cuando las aguas bajan así de revueltas, todo el mundo parece conocer la solución o aprovecha para decir la famosa frase: Ya te lo decía yo. Así ha hecho la canciller alemana, Angela Merkel, cuando ha afirmado que en Irlanda se están pagando los errores del pasado. Pero eso es jugar con la baraja marcada. Resulta que la banca alemana tiene en su poder 150.000 millones de euros en deuda irlandesa y la especulación es la que está llevando a la situación actual y la que puede llegar a afectar a España. Pero no se ha quedado sola Angela Merkel. El presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, ha enviado un recado a los países amenazados de riesgo como Portugal o España de que deben cumplir estrictamente los planes de austeridad. En Portugal ya empiezan a poner pegas y ya se empiezan a notar los efectos de la primera huelga general tras el inicio del plan de ajuste. Para España es una nueva vuelta de tuerca y, en el fondo, un aviso de que el problema está tocando a la puerta.

Por su parte, la Bolsa también refleja las inquietudes en sus cifras. El bono español a 10 años, bono de referencia en los mercados, ha alcanzado durante estas últimas horas el 5%, su máxima rentabilidad desde 2002, con una prima de riesgo que ha superado por momentos los 250 puntos. La Bolsa ha sufrido en estas dos últimas jornadas unas notables caídas, aunque en la jornada del miércoles ha podido mantener -último tercio de la sesión- sus cifras en los 9.700 puntos.

Habrá que ver si el desarrollo de los acontecimientos sigue arrastrando paulatinamente a nuestra economía a una situación de rescate o si se podrá mantener el enfermo estable dentro de la gravedad. Y todo por no dejar que Irlanda, y en su momento, Grecia, hubiera quebrado. Así se hubiera evitado la especulación en el mercado secundario.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com