Este fin de semana Madrid está tomado por los gays. El alcalde Gallardón -cómo no- ha puesto a su disposición todo el centro de la capital, justo en el año en que pretenden introducir la homosexualidad en las escuelas, haciendo así realidad la inevitable relación entre homosexualidad, pederastia e incesto. Al mismo tiempo, en todos los procesos electorales que se celebran en los cinco continentes, se están popularizando los valores no negociables de Benedicto XVI. La página Iesvs.org vuelve a resaltar los no negociables a cuento de las elecciones argentinas, pero al alcance de vida-familia-libertad de enseñanza-bien común.

Pues bien, la heterosexualidad no es negociable. La actual dictadura gay puede semejar lo contrario. Sencillamente: no es verdad.

Eulogio López

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