• La coalición del actual Gobierno obtiene 326 escaños de los 475 que forman la Cámara de Representantes.
  • La participación electoral supera por los pelos el 50%; es la mínima desde la Segunda Guerra Mundial. 
  • Tras su victoria electoral, Shinzo Abe podrá aprobar las iniciativas legislativas para revitalizar la economía, combatir la deflación e incrementar el consumo.
En Japón se han celebrado elecciones anticipadas. Más de 104 millones de japoneses estaban llamados este domingo a las urnas. El actual primer ministro, Shinzo Abe (en la imagen) justificó el adelanto de elecciones por la decisión del Ejecutivo de retrasar una subida del IVA para que el consumo no siguiera cayendo. El jefe de Gobierno prometió retrasar 18 meses, hasta abril de 2017, la subida del impuesto sobre el consumo (que pasaría del 8% actual al 10).

Eso sí: la participación ha sido del 52,7%, lo que supone 6,6 puntos menos que en los comicios previos de 2012 y el mínimo registrado en Japón desde la Segunda Guerra Mundial, según una estimación de la agencia de noticias Kyodo.

Con la salvedad de ese porcentaje de votantes, Shinzo Abe recibió el respaldo que había pedido a los votantes. Su partido, el Liberal Demócrata se impuso en los comicios por un amplio margen y la coalición de Gobierno, que incluye también a la formación budista Komeito, renovó su mayoría de dos tercios en la cámara baja del Parlamento.

En concreto, el Partido Liberal Democrático (PLD) de Japón de Shinzo Abe y el Nuevo Komeito suman 326 escaños de los 475 que forman la Cámara de Representantes. El PLD logró 291 escaños, dos menos que en los pasados comicios de 2012, mientras que Nuevo Komeito sumó 35, cuatro más que hace dos años.

Por su parte, la principal formación de la oposición, el Partido Democrático, consiguió 73 diputados, 11 más que en 2012. La tercera fuerza política nipona seguirá siendo el ultranacionalista Partido de la Restauración, con 41 escaños, y el Partido Comunista de Japón pasa de 8 a 21 diputados. La abstención se situó en el 47,3% del censo, la más alta registrada en la historia democrática de Japón.

Tras conocer los resultados, Shinzo Abe agradeció anoche al pueblo japonés su "confianza" y el respaldo demostrado en las urnas a su política económica, conocida como 'Abenomics'. Esta consistió en una política monetaria expansiva, con el Banco de Japón comprando deuda del Estado, bajada de intereses e incremento del dinero en circulación. Se trata de combatir la deflación e incrementar el consumo. También quiere llevar a cabo "reformas en sectores como el agrícola, el sanitario o el energético, entre otros".

Tras su victoria electoral, podrá aprobar las iniciativas legislativas con las que quiere poner fin a 15 años de estancamiento de una economía que ha vuelto a entrar en recesión y que el tercer trimestre se contrajo un 0,5%. También tendrá que enfrentarse a la deuda pública, que asciende al 240% del PIB.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com