Bajas por mutuo acuerdo, planes de bajas incentivadas y prejubilaciones

La semana pasada les informábamos de los despidos por goteo en Indra. Despidos pactados entre miembros de dirección y gestión que anticipan la marcha del personal de tropa. En su día, los planes hablaban de 1.800 trabajadores en el punto de mira. Hoy las cifras que se manejan rondan los 800-1.100 profesionales.

En principio, no se trata de un ERE ni de un ERE encubierto, sino de emplear los recursos legales al alcance de la compañía para deshacerse de la plantilla sobrante. Esto es, ofrecer una indemnización al trabajador para que se vaya voluntariamente: de mutuo acuerdo. Otra estrategia es un plan de bajas incentivadas: la empresa marca las condiciones y los trabajadores que lo deseen pueden apuntarse. El ERE, lo que se quiere evitar por ahora, marcaría las condiciones del despido: es masivo, sale más barato, pero da peor imagen. Todo ello trufado por la posibilidad de la prejubilación porque la empresa no va a tener en cuenta si son de la vieja guardia o becarios. Eso sí, la prejubilación se ve dificultada por una plantilla joven: un 10% tiene entre 20 y 30 años; un 61% tiene entre 31 y 40 años; un 23% tiene entre 41 y 50 años y un 6% tiene más de 50 años.

A Indra no le quedan muchas opciones. Tiene que cumplir unas expectativas de beneficios a las que no alcanza. Es líder en su terreno a fuerza de haber fagocitado a la competencia, especialmente a Soluziona, la que fue empresa de ingeniería de FENOSA. Así, una empresa que contaba con 6.619 trabajadores en 2004 pasó a tener 24.806 al finalizar2008.