A mediodía del viernes la Policía eleva a 50 el número de muertos, pero el balance no puede darse por cerrado. El Gobierno Blair implanta la censura informativa como instrumento de lucha antiterrorista. Reino Unido también participó en la Guerra de Iraq, pero es en el conjunto de Occidente, en especial en Europa, donde se han activado todas las alarmas. Los terroristas no tendrán éxito, advierte Tony Blair. Cinco horas después del atentado, no se sabía el número de víctimas ni la situación de los heridos. Al Qaeda se especializa en el transporte urbano en grandes ciudades; ha descubierto que es el método más mortífero contra un Occidente hiperurbanizado

Lo más significativo : Tony Blair abandonó Escocia, donde se celebraba la reunión de los ocho países más poderosos del mundo, para trasladarse a Londres, pero prometió que regresaría ese mismo día y que la Cumbre continuará como si nada hubiera ocurrido. En definitiva, el Primer Ministro británico está empeñado en que no se repita la victoria que el terrorismo fundamentalista islámico obtuvo en España, cuando consiguió tirar a un Gobierno a costa de asesinar a 192 personas. Está por ver cómo reacciona la opinión pública británica: si arracimándose alrededor de sus gobernantes o revolviéndose contra ellos

Ahora le ha tocado el turno a Londres, el mejor aliado de Estados Unidos y que sí participó en la Guerra del Golfo, no en la postguerra como fue el caso de España, pero donde Blair ha repetido en el Número 10. Como advierte el líder laborista en su primera intervención. Los terroristas no tendrán éxito Debemos salvaguardar los principios más queridos de nuestra sociedad.

Por lo demás, los atentados de Londres demuestran que Al Qaeda se está especializando en transporte urbano. Ya no ha podido repetir el efecto sorpresa del atentado suicida con aviones, pero las bombas en trenes de cercanías en Madrid supuso un éxito. En un Occidente marcado por las macrourbes y los transportes urbanos masivos, Ben Laden ha decidido que lo mejor es golpear en ese transporte urbano y conseguir su mayor éxito : el mayor número de víctimas, hacinadas en vagones o autobuses, masas anónimas. Este tipo de atentados propaga el terror mejor que ningún otro.

Eso sí, las autoridades británicas no han cometido el mismo error que las españolas. Cinco horas después del atentado no había información oficial alguna sobre el número de víctimas ni sobre los pormenores del caso. A la cinco de la tarde, hora española, el Gobinro seguía sin hablar, la policía británica hablaba de 33 muertos y mientras continuaba el cerrojazo informativo. El 11 de marzo de 2004 los españoles no dejaron de contemplar cadáveres desde el primer momento. En Londres, se ha implantado la censura como instrumento antiterrorista.