Sr. Director:

Quisiera dar mi opinión personal acerca del pretendido laicismo del Estado y su repercusión en la vida normal del ciudadano español. Es un hecho innegable que la inmensa mayoría de los españoles somos católicos, nuestra tradición es cristiana, nuestra cultura hunde sus raíces en los valores cristianos, como el respeto y amor a los demás, incluso a nuestros enemigos.

En mi opinión la libertad religiosa debe ser custodiada por el Estado, para que no se discrimine a ningún ciudadano por su credo. Eso de ninguna manera es la lucha del estado contra todo lo que signifique la manifestación de las creencias religiosas y contra los que tienen ideas y sentimientos religiosos. Por eso creo que el querer retirar crucifijos de los colegios, o minar la enseñanza de la religión en la escuela pública, es un intento de anular a la religión, es una clara muestra de intolerancia religiosa y vulnera nuestra libertad.

Les pondré un ejemplo personal: mi hija mayor estudia en un instituto público, todos los alumnos de su clase han elegido religión católica como optativa de religión. ¿Es lícito que el Estado quiera tutelar nuestras mentes y creencias para que sean más acordes con la ideología del poder? Gracias a Dios cuanto más intentan acallar a la libertad más fuerte resuena su voz.

Pedro Marfil Ruiz

pedromarfil@hotmail.com