Internet se convierte en el banderín de enganche de los disturbios callejeros griegos, que pretenden extender a toda Europa.

Lo decía en TV un encapuchado (la TV con tal de crear espectáculo, lo que sea): "Este es el momento. No se hacia dónde vamos, pero es el momento". Lo que recuerda aquella famosa frase de la izquierda norteamericana: "Nunca país alguno corrió tan deprisa hacia ninguna parte".

Era un presunto anarquista incurriendo en la contradicción 'in terminis' que siempre ha pedido al anarquismo: organizarse, aunque sea para saquear, con el intento de dejar huella y conseguir cuotas de poder. Han empezado en Grecia como podían haber empezado en otro sitio. Como comentaba el director de Hispanidad, son millones de personas, especialmente jóvenes, ni de derechas ni de izquierdas, que, simplemente, no encuentran una razón para vivir, así que no saben dónde van pero sí saben destrozar cristales.

Eso suponiendo que lo de Grecia no esté organizado por el sector del vidrio, que está haciendo el agosto.