Caso Hospital de Leganés. Para entendernos, la Comisión de Expertos encargados por la Comunidad de Madrid analiza 169 historias clínicas de otros tantos pacientes del hospital Severo Ochoa (donde existen sospechas de que el doctor Luis Montes y su equipo se dedican a eutanasiar a sus pacientes) y creyó encontrar 73 casos irregulares, esto es, de sedación excesiva con resultado de muerte.

Pues bien, la Fiscalía de Madrid, donde sentara escuela el ínclito fiscal Mariano Fernández Bermejo, ha reducido el análisis a trece casos. Ahora bien, resulta que el análisis de la Fiscalía ha aprobado que algunos de los científicos consultados consideren que se han manipulado sus informes, naturalmente siempre a favor del encausado doctor Montes (ya conocido en Madrid como el doctor Muerte). Ya se lo han hecho saber con el correspondiente cabreo. Me refiero, por ejemplo, a Carmen Baladía, directora del Instituto Anatómico Forense cuando el 11-M de 2004, quien acaba de denunciar sobre el caso Severo Ochoa: Han manipulado mi informe. En 22 años no me había ocurrido nada igual. Son declaraciones. Y lo ha manipulado, según Baladía, la clínica que, por encargo de la Fiscalía, ha elaborado el informe exculpatorio del doctor Montes. ¿Comprenden la cosa, no? Un buen fiscal siempre debe tener un experto de conveniencia a mano. Aunque, también, un buen final, debe atender cuando otro experto dice que su experto está manipulando datos en una dirección bien concreta. Pero ya se sabe: los informes siempre son independientes, lo único que debe preocuparnos es que lo haga un informador de nuestra misma independencia.

Es igual; el grupo Prisa se ha lanzado en defensa del doctor Muerte (en cuanto se habla de muerte, El País se da por aludido) con el estilo propio de la casa: vale todo : mentir, silenciar, manipular, inducir a jueces y fiscales. Y a lo mejor tiene toda la razón pero a mí, por favor, si me ocurre algo, que no me lleven al Severo Ochoa. Y a Juan Luis Cebrián, consejero delegado de Prisa, a Janli, tampoco, porque Janli tiene su propio seguro privado. Y cuando pagas, los médicos no deciden por ti. Decide tu chequera.

Luego dicen que la moral es aburrida. ¡Pero hombre de Dios, si es lo único que enerva a los hombres: despierta sus más bajos instintos, entre ellos, la afición a la mentira! Con el binomio moral-inmoral no se aburre nadie.

Eulogio López