El PSOE se muestra dispuesto a una investidura fallida y presiona a Cs para que se abstenga.
Ciudadanos ha roto la alianza con Barcelona pel Canvi, la formación liderada por Manuel Valls, después de que la coalición facilitara con sus votos la investidura de la alcaldesa Ada Colau el pasado fin de semana, contradiciendo así a la formación nacional.
Por su parte, Vox ha suspendido la negociación con el PP en la Comunidad de Madrid por el "incumplimiento del contrato" en el Ayuntamiento de la capital.
Y la Junta Electoral dejó vacantes los escaños de Puigdemont, Junqueras y Comín en el Parlamento europeo por no presentarse a recoger su acta.
Carlos Carrizosa (RNE): “No sentimos que Sánchez defienda en absoluto los intereses de España”
En RNE, Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos en el Parlament de Catalunya, ha explicado que la ruptura de su formación con Manuel Valls, su socio en Barcelona, se debe fundamentalmente al apoyo de este a Ada Colau como nueva alcaldesa de la ciudad condal, "desoyendo la opinión de Ciudadanos" y anunciándolo sin informar a la dirección de los naranjas. Carrizosa considera a Colau "del lado del independentismo" y equivalente a Maragall, y considera que elegir entre uno u otro era "susto o muerte". El portavoz de Ciudadanos en el Parlament también ha tenido palabras para Celestino Corbacho, el ex ministro socialista fichado como 'número 2' por Manuel Valls, calificándolo como "una persona independiente" y "un buenísimo alcalde" y manifestando que se mostrarían satisfechos si decidiera incorporarse a Ciudadanos. Carrizosa, preguntado por la futura investidura de Sánchez, ha afirmado que "no sentimos que defienda en absoluto los intereses de España" porque "no ha dejado de tener como socios preferentes a los independentistas" y ha reiterado que Ciudadanos no le apoyará ni se abstendrá para hacerlo presidente "porque así lo prometimos en campaña".
Fernando Ónega (Onda Cero): “El divorcio con Cs deja a Valls como un ingenuo que no supo medir a Colau"
En Onda Cero, Fernando Ónega afirmaba: “Como tantas veces demostró la historia, un divorcio político no beneficia a ninguna de las partes y perjudica a las dos. En este caso, a Valls, porque lo deja como un ingenuo que no supo medir la atracción que sobre Colau ejerce el independentismo.
Y algo peor: nos hace dudar de su capacidad negociadora porque, conociendo el estado de necesidad de Colau, no tuvo la previsión de ponerle una única condición: la renuncia de la alcaldesa a lucir los símbolos y los gestos independentistas, que tienen tanto valor de imagen como el pensamiento.
Y perjudica a Albert Rivera por el momento en que se produce: las grandes discrepancias entre él y Manuel Valls no son por el independentismo, que ambos piensan igual. Son por las alianzas que Ciudadanos suscribe con Vox a través del Partido Popular.
¿Y qué ocurre con la ruptura? Que la imagen que peligrosamente acecha a Ciudadanos es la de un partido que se escora hacia la derecha, incluso hacia la extrema derecha y por ese deslizamiento conservador pierde el valor de centro con que se presentó al electorado español.
Y, respecto al ayuntamiento de Barcelona, Ciudadanos debe una explicación: si Colau es para este partido tan independentista como Maragall, ¿cuál es la solución que propone? ¿Dejar el terreno libre a Maragall para que ponga el ayuntamiento al servicio de la secesión? Ese sería el destino anunciado. Colau pone el lazo amarillo; pero, al menos, tendrá el contrapeso en su gobierno del propio Valls y el PSC”.
Carlos Alsina (Onda Cero): “Para Ciudadanos, Valls es ahora el político pagado de sí mismo al que le ha salido la vena socialista que lleva dentro”
En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: “Ni un día lleva de alcalde Almeida y ya le han declarado su primer incendio. Isabel Díaz Ayuso, aspirante a presidir Madrid, aún no ha llegado al trono y ya está temiendo que se le encarezca.
En Barcelona, saltó por los aires el matrimonio Valls-Rivera. El otro día dijimos que lo de esta pareja no llegaría al otoño y no ha llegado ni al verano. Se les rompió el amor de tanto no usarlo.
El primer fichaje de relumbrón que hizo Rivera, nada menos que un ex primer ministro de Francia que aspiró a presidir la República, le salió rana. No se ajustó el francés-catalán-y-por tanto-español a la disciplina que impone el líder naranja. El problema de reclutar a alguien con más mili que tú y con criterio propio es que le puedes obligar una vez a que acuda a la plaza de Colón, pero la vez siguiente ya está escarmentado y vuela solo.
Para Ciudadanos, Valls es ahora el político pagado de sí mismo al que le ha salido la vena socialista que lleva dentro. Y que se ha aprovechado de Ciudadanos para montar un partido nuevo”.
Rubén Amón (Onda Cero): “¿Puede decirse que Ciudadanos por fin ha marcado un gol? Pero es verdad que ha sido en propia meta: ayer se consumó la ruptura con Valls”
En Onda Cero, Rubén Amón se preguntaba: “¿Sabías que el nuevo alcalde de Tenerife será del PSOE con los votos de Podemos... y de Ciudadanos?
¿Es el sueño húmedo de Pedro Sánchez en su investidura?
Del sueño a la realidad, Sánchez ira la investidura sabiendo que no van a investirle. ¿Entonces por qué va a la investidura? Para retratar el bloquear de los demás partidos y precipitar unas elecciones que no le convienen a Ciudadanos, Podemos y Vox.
¿Puede decirse que Ciudadanos por fin ha marcado un gol? Pero es verdad que ha sido en propia meta: ayer se consumó la ruptura con Valls.
¿No era mejor en la batalla de Ciudadanos contra el soberanismo que la alcaldía recayera antes en Colau que en Esquerra?
¿No os parece maravilloso que el impagable alcalde de Ourense fuera multado en su primer día de gobierno por su propia policía?
El PP presenta una moción de censura en Huesca. ¿Tan mal lo ha hecho el alcalde en 72 horas? Por lo menos le podían haber dejado 100”.
Pepa Bueno (SER): “Valls tendrá sus intereses, como todos. Pero hizo política, que es lo que se espera de un político”
En la SER, Pepa Bueno destacaba: “Hacer política se ha convertido en algo extraño en España. Valls, Manuel Valls, hizo política en Barcelona y el terremoto tiene de los nervios a todos los que necesitan el enfrentamiento para medrar o justificarse. Ciudadanos finalmente ha decidido romper con el político que lo puso frente a sus contradicciones.
Rivera pacta con Vox en Madrid y rompe en Barcelona con quien impidió un gobierno nacionalista para la ciudad. Y eso, en el partido que nació para hacer frente al nacionalismo. Valls tendrá sus intereses, como todos. Pero hizo política, que es lo que se espera de un político. Política con lo que hay, con el material de que se dispone, con los votos que depositaron democráticamente los ciudadanos.
Cuentan las crónicas que la ruptura ayer en la ejecutiva naranja la impulsó Albert Rivera. Parece personalísima su apuesta por buscar el trono de la derecha y sacrificarlo todo en ese altar. Incluso arriesgando el boquete que puede abrirle Valls si se presenta con sus propia plataforma a unas autonómicas catalanas. Todo sea por dejar a Sánchez en manos de la abstención de Esquerra y poder seguir acusándolo de complicidad con los independentistas el resto de la legislatura.
Un partido, un hombre y sus decisiones. ¿Dónde están los demás de Ciudadanos, dónde están los muchos liberales y pragmáticos?".
Iñaki Gabilondo (SER): “El divorcio de Valls y Rivera, que por el momento parece un simple eco de sociedad, pasará a mayores si terminan disputándose un mismo electorado”
En la SER, Iñaki Gabilondo opinaba: “El suelo político no deja de moverse. Ayer, Ciudadanos rompió con Valls por su apoyo a Ada Colau. Se consumaba así un desacuerdo que empezó en Andalucía y que desde la foto de Colón venía erosionando una relación que nunca pareció sólida. Valls fue siempre un verso suelto y con vocación de terminar soltándose del todo. Desde su sorprendente irrupción, con ese extraño salto de la política francesa a la española y con el peso de su aparatoso currículum, era muy difícil imaginárselo como parte de un coro político. Era un solista, un solista demasiado destacado.
Su acuerdo con Rivera tenía sentido, pero coyuntural. Para Valls, Ciudadanos era un excelente trampolín. Para Rivera, el trampolín era Valls, un fichaje de relumbrón que le podría impulsar un poco más alto. Pero no era fácil que pudieran convivir mucho tiempo.
Supongo que Valls aspira a crear su propio partido, con la esperanza de hacerse un hueco, aprovechando el desdibujamiento de Ciudadanos en Cataluña. Porque es cierto que desde su gran victoria en las autonómicas de 2017 la formación naranja ha ido perdiendo a gas y el cambio de Arrimadas de Barcelona a Madrid no ha sido un acierto. En la política nacional los naranjas no han ganado gran cosa y en la política catalana han perdido bastante. Puede que la cosa quede en nada y que el globo Valls se vaya desinflando, pero yo lo dudo. Además hay que considerar otro factor relevante: a Valls no le van a faltar apoyos de mucho peso. Está muy bien visto por los grandes poderes económicos, que ya no están tan arrobados con Rivera.
El divorcio de Valls y Rivera, que por el momento parece un simple eco de sociedad, pasará a mayores si terminan disputándose un mismo electorado en las próximas autonómicas catalanas, por ejemplo. Podría ser importante en ese equilibrio en el alambre que mantienen el independentismo y el unionismo".
José María Izquierdo (SER): “Vox se pone digno con el PP, el PP con Ciudadanos, o al revés, tanto da, pero el respetable ya no se cree a ninguno de ellos”
En la SER, José María Izquierdo reflexionaba: “Ni ustedes ni el Ojo, tan descreídos, van a dar pábulo a esta payasada de los chicos de la derecha una y trina, que hoy se enfadan por no sé qué y mañana por no sabemos cuánto. Vox se pone digno con el PP, el PP con Ciudadanos, o al revés, tanto da, pero el respetable ya no se cree a ninguno de ellos. En las excursiones de las juventudes falangistas cantaban aquello de vamos a contar mentiras y aún siguen con las liebres corriendo por los mares y las sardinas por los montes. Filfa, martingalas y engañifas: votarán juntitos como un solo hombre o una sola mujer, bien prietas las filas. Así que saltémonos el trámite de las comunidades, sin creer sus falsas peleas, y vayamos hasta la investidura, donde Pedro Sánchez tendrá que hacer encaje de bolillos para obtener –en la segunda vuelta, olvídense de mayorías- más votos positivos que negativos. ¿Saben cuál debería ser la primera condición para lograrlo? Pues que eche a la basura todos los complejos ante la derechona, nunca espere otra cosa que crispación, crispación y crispación, y ofrezca un programa de fuerte contenido social que frene la sangrante desigualdad que sufren no pocos españoles. ¿Cómo les suena una nueva fiscalidad más distributiva, una reforma laboral más justa, además de resolver, de una vez por todas, el problema de las pensiones?”.
Santi González (COPE): “Sánchez, madre de todos los desastres, se plantará en la investidura con lo puesto”
En la COPE, Santi González afirmaba: “Ayer denunció Albert Rivera lo que hace unos meses nos había presentado como gran fichaje a Manuel Valls. Confieso que al principio pensé que era una buena operación para disputar la alcaldía de Barcelona. Grave error analítico. ¿Cómo un tipo que había sido primer ministro de Francia podía ser un candidato verosímil a una alcaldía que tenía al frente a una palurda como Inmaculada Colau Ballano? Valls aplaudió con entusiasmo inusitado la elección de Colau como alcaldesa, un momento antes de que la nueva regidora aclare que ella no ha pedido sus votos, que la hacen sentirse incómoda. Apenas 24 horas después ella colgaba en la fachada del Ayuntamiento el lazo amarillo solidario con los que impropiamente llaman ‘presos políticos’. Rivera ha roto relaciones con Valls, no tenía otro remedio, más vale rectificar que perseverar en el error.
Ciudadanos ha impuesto una lógica que el PSOE llamaría de coordinación, que no de coalición, en su acuerdo pendiente con Podemos. Vox ha roto con el PP y ha dejado colgada la elección de Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad. No es serio este cementerio, ni esta doble moral que pretende el apoyo del tercero sin contrapartida, sin pedirlo en una negociación franca y abierta y pagar por ello la cuota de poder que corresponda, naturalmente.
Mientras, Pedro Sánchez, que es la madre de todos los desastres se va a plantar en la investidura con lo puesto, en la creencia de que es responsabilidad de los demás sostenerlo en La Moncloa”.