(Oído en radio, visto en TV) Fernando López Miras (COPE): "La amnistía es una aberración"

En la COPE, el presidente de Murcia, Fernando López Miras, ha dicho, sobre la amnistía: “Es una aberración; a alguien que ya ha intentado dilapidar la unidad de nuestro país, que se le diga no solo que está perdonado, sino que es una invitación a que vuelva a repetirlo”.

Sobre el gobierno PP-Vox, en la Región de Murcia: "Teníamos que actuar con responsabilidad. Teníamos que evitar el bloqueo y evitar someter a los murcianos a otras elecciones".

Sobre la desigualdad entre CCAA: “Tenemos que rechazarlo y además en el Consejo de Política Fiscal y Financiera también vamos a dar la batalla por garantizar esa igualdad que ahora Sánchez está impidiendo”.

En la COPE, Carlos Herrera opinaba: "Esto acabará en repetición electoral en enero". "Cada vez son más los que apuestan porque eso es posible, incluso probable". "Este fin de semana hemos escuchado a Sánchez desatado, desencadenado, asegurando que va a buscar votos debajo de las piedras y dando por hecho que va a conseguir que haya gobierno progre, el gobierno progresista, cosa que invita a la risa". "Entiéndase gobierno progresista una coalición de izquierdas en el que todos más o menos, pues tengan ese tipo de tendencia ideológica".

"Pero claro, tú ves alguno de los socios que le va a dar a este la investidura, si es que se la da, y te invita a la risa", sigue analizando Carlos Herrera, "él cree que va a conseguir la investidura y que va a llegar a un acuerdo con Puigdemont": "Le recuerdo que la condición de Puigdemont es que para sentarse a negociar los votos tiene que existir una amnistía, llámenla como quieran, y después la condición sine qua non la autodeterminación y sus inquietantes". "Todos creemos que no lo puede hacer y cada vez son más las voces que se elevan ante la imposibilidad técnica".

En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: "Dentro de nueve días, Alberto Núñez Feijóo emulará a Pedro Sánchez al concurrir a una investidura sabiendo que la tiene perdida. Hace siete años el líder socialista subió a la tribuna a pedir la confianza de la cámara a sabiendas de que sólo obtendría 130 diputados (de los 350) le apoyarían. Feijóo sacará 172, pero perderá igualmente.

Como es tradición en nuestro presidente, lo que era un ejercicio de responsabilidad cuando lo hizo él -presentarse aún perdiendo- es una pérdida de tiempo cuando lo hacen los demás. Hay que entenderlo. Siete años después, cómo no iba a haber cambiado de opinión en esto si ha cambiado de opinión en todo.

Sacó el presidente un tono tan mitinero, tan sobrao, en su actuación de ayer que cualquiera diría que estamos ya otra vez en campaña. Dio por seguro Sánchez que él será investido, es decir, que tiene a Puigdemont en el bote. Cómo no va a contribuir el de Waterloo a la continuación del gobierno progresista con lo progresista que ha sido él siempre".

En la SER, Ángels Barceló decía: "Parece claro que el PP ya ha tirado la toalla, no parece haber nadie dentro del partido que no dé por perdida la investidura, mientras que en el PSOE, al menos su jefe de filas, Pedro Sánchez, parece del todo convencido de que él no va a tener ningún problema si le llega el turno. Ayer lo repitió, antes de irse a Nueva York, no duda que volverá a haber un gobierno progresista. Solo hay un pequeño detalle que ellos no controlan, y es la decisión final de Carles Puigdemont sobre sus apoyos, sin ellos no hay gobierno progresista y lo que habrá será repetición electoral.

Carles Puigdemont está regodeándose en su regreso a la primera línea política, sabe que tiene la llave de la investidura y está disfrutando bajo el calor de los focos. En público mantiene su retórica independentista mientras reclama al gobierno una ley de amnistía. Complicado, pedir que el gobierno haga lo que tenga que hacer para pasar página y poner el contador a cero, mientras que la otra parte en la negociación, Junts, en ningún momento habla de poner también su contador a cero, no hay ni síntomas de arrepentimiento ni síntomas de que lo que pasó en 2017 no vuelva a pasar".

En RNE, Íñigo Alfonso destacaba: "El PP afronta una semana delicada. En ocho días, Feijóo sube a la tribuna del Congreso (...) Desde hace un tiempo, en España se está despertando otra vía para reforzar apoyos en la sociedad civil".

"El calendario político ya descuenta los días. Feijoo subirá expondrá su programa de Gobierno. Si nada cambia, no conseguirá la presidencia (...) Hoy se ve con los empresarios y mañana con los sindicatos".

"Amanecen en Valencia y Castellón pendientes de los efectos de la granizada de anoche (...) Hoy repasamos las rutas de la migración en África. Europa solo ve una parte de esa dramática realidad".

En Onda Cero, Marta García Aller reflexionaba: "Estos días las calles de Lampedusa estaban totalmente desbordadas. Pero la mayoría de gente ya había sido trasladada a otros centros en Italia para cuando llegaron de visita, este fin de semana, Giorgia Meloni y Ursula Von der Leyen, la primera ministra y la presidenta de la Comisión Europea.

La última crisis ha reavivado el debate sobre cómo se reparten en la Unión Europea los fondos y las responsabilidades para gestionar la inmigración y reabre dudas sobre cómo se están gestionando los acuerdos con los países del norte de África. Mientras Meloni reclama mano dura y más repatriaciones, Von der Leyen promete luchar contra las mafias que trafican con personas, y también pide al resto de estados miembros que acojan voluntariamente a los que buscan refugio, pero concretar, lo que se dice concretar, no ha concretado.

El viaje de Meloni y Von der Layen fue tan breve que el avión oficial que las llevó a Lampedusa ni siquiera apagó los motores. Ha sido un viaje relámpago, en el que ha dado tiempo a poco más que a hacerse la foto, como el de la mayoría de los miles de turistas que llegan a diario a Venecia".