Contábamos en Hispanidad que Irene está muy preocupada por su ley del aborto: hay que imponerlo de forma obligatoria, y para ello necesita que su norma sea efectiva en cada rincón de España. Pero hoy es un gran día para Irene, porque las mujeres podrán comenzar a beneficiarse de tres nuevas bajas laborales aprobadas con su ley, por la que se modifica la Ley General de la Seguridad Social para reconocer como "situaciones especiales de incapacidad temporal por contingencias comunes" el descanso prenatal, la incapacidad por menstrauciones muy dolorolas y por abortos. 

Para empezar, tenemos la baja por descanso prenatal por la que todas las embarazadas podrán disfrutar de una baja remunerada desde el primer día de la semana 39 de gestación hasta el parto, en la que la Seguridad Social abonará todos los gastos salvo los del primer día, que correrán a cargo de la empresa. 

Hasta aquí todo bien, pero llegan otras dos grandes medidas dignas de una mente pensante como la de Irene Montero. Primero, bajas por reglas dolorosas e incapacitantes, la baja será sufragada por el Estado y podrá disfrutar cualquier trabajadora que diga que su regla es especialmente dolorosa, el médico será quién indique la duración de la incapacidad y podrá acordarla las veces que crea conveniente, sin límite temporal. 

Y llega la tercera prestación, aún mejor que la anterior, baja para mujeres por interrupción del embarazo, es decir, por un aborto. Y ojo, porque a Irene no se le escapa una: es decir, esta baja no sólo está planteada para mujeres embarazadas que sufran un aborto espontáneo, lo cual es lógico, sino que de esta prestación también podrán beneficiarse las mujeres que decidan abortar libremente. Con esta medida se busca paliar la incapacidad tanto física como anímica tras un aborto: insistimos, un aborto que la propia madre ha decidido cometer. 

     El aborto es un crimen, sobre el ser más inocente que existe, pero ahora se llama derecho y encima viene acompañado de una baja laboral de la que disfrutar, ¿comprenden?