Ya anunciábamos en Hispanidad que los nombramientos del nuevo PP estaban llamados a convertirse en un memorial del centro-reformismo aznarista y marianista.

Y por las palabras del recién elegido nuevo presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, no nos equivocábamos. El gallego apuesta por la recuperación económica como eje central de su campaña para llegar al Gobierno. Ojo, que no es un mal punto de partida, el problema es que es el único punto de Feijóo, gestionar, olvidando cualquier tipo de cuestión que vaya a más. Una vez más, su adorada moderación que tanto gusta al presidente de la Xunta. Vaya a ser que el candidato a presidente de España defienda, sin complejos, las raíces cristianas de su partido, el derecho a la vida, a la propiedad privada y deje clara su postura sobre cuestiones feministas, trans y Agenda 2030.

Feijóo lanzo un mensaje claro: el nuevo PP no va a entrar en cuestiones ideológicas de género, tipos de familia ni “falso patriotismo”. Esto debe ser a lo que se referían Sánchez y sus secuaces con hacer “política de adultos”

El nuevo presidente del PP también tuvo tiempo en el congreso, celebrado estos días en Sevilla, para marginar a Ayuso, esa que da tanto miedo a los moderados peperos. Galicia y Andalucía dan de lado a Madrid en los órganos directivos del PP. Feijóo se equivoca, como ya hizo Casado, teme a Ayuso, es popular y no tiene complejos. Y en lugar de tenerla cerca, prefiere dejarla en el rincón de pensar. Cuidado Isabel, que te la pueden volver a jugar.

Y la moderación y el progresismo del nuevo PP continúa, este mismo lunes, la nueva secretaria general del partido, Cuca Gamarra, ha asegurado que Feijóo “no tiene previsto llamar a Abascal”, y al ser preguntada por los pactos a los que puede llegar el PP con Vox, ha afirmado: “Nosotros con quién vamos a pactar es con los españoles. Nuestra vocación es de un partido de mayoría”.

Con el que sí que hablará Feijóo es con Sánchez, lo hará este jueves. Como ya hemos publicado en Hispanidad, el moderado Feijóo lo que quiere es un pacto de gobernabilidad con Sánchez, es decir, la vuelta al bipartidismo. Que el progresismo continúe imperando, con un partido progre de izquierdas y uno progre de derechas, y eliminar a los que, para él, son la extrema izquierda (Unidas Podemos) y la extrema derecha (Vox). Sánchez ha pedido que Feijóo demuestre el "giro al centro" de la formación.

Y es que, si Feijóo tiene que elegir, elige a Sánchez antes que a Abascal