Se acabó el congreso del Partido Popular, de Sevilla. Congreso a la búlgara. Feijóo se ha mantenido en su criterio de conservador moderado, adjetivo este del que siempre me ha sorprendido que empiece por la letra "m", lo mismo que mediocridad.

Elegido por el casi 101 por 100 de los delegados, el muy progresista, Alberto Núñez Feijóo.

Al final, la conclusión es doble pero la primera ya no sorprende: el PP se ha convertido, no en un debate de principios, sino en un maquinaria de poder. Lo que importa es a quién le damos el poder para poder acceder o mantener el cargo.

En algo coinciden Feijóo y Sánchez: en su cristofobia. Es decir, en lo mismo que coinciden PSOE y Podemos

En segundo lugar, Feijóo quiere volver al bipartidismo para marginar a los que él considera extrema izquierda (Podemos) y extrema derecha (Vox), dos formaciones intelectualmente más serias que PSOE y PP. Sí, más serias. Insisto: moderación y mediocridad empiezan por la misma letra. Por algo será.

La baza de Feijóo consiste en un pacto de gobernabilidad con Sánchez, es decir, en la vuelta al bipartidismo. Es decir, que el progresismo continúe imperando, con un partido progre de izquierdas y uno progre de derechas. Ahora bien, ¿quién le ha dicho a Feijóo que Sánchez quiere volver al bipartidismo? La verdad es que le ha dio muy bien. Un frívolo vanidoso como él jamás se hubiera podido codear con los estadistas internacionales si no se hubiera alineado con todo el guerracivilismo, para crear el Frente Popular. Pero, de una u otra forma, lleva en el poder ya cuatro años, en dos legislaturas: ¿por qué cambiar?

Feijóo también ha ido contra Isabel Ayuso: Galicia y Andalucía marginan Madrid. ¡Qué miedo le tiene el PP-progre a Ayuso! Pero lo cierto es que, ahora mismo, el único pepero que ganaría a Sánchez en unas Generales es... Ayuso

Ahora bien, si en algo coincide toda la mayoría llamada de investidura, gente tan diversa como PSOE, Podemos, indepes y proetarras, es en su cristianofobia. Y ahí, justamente ahí, en la cristofobia, sea por odio o por desprecio a Cristo, es donde también coinciden Feijóo y Sánchez.

Más cuestiones del congreso de Sevilla. Don Alberto también ha ido contra Isabel Ayuso. Galicia y Andalucía marginan a Madrid en los órganos directivos del PP. Feijóo teme a Ayuso por lo mismo que le temía Pablo Casado: porque es más popular y con menos complejos.

Para recaudar más hay que incentivar el consumo. Pues no, don Alberto, porque el impuesto del que todo depende, el único que no hay que bajar ahora mismo es el IVA. A la gente hay que juzgarla por lo que gasta, no por lo que gana

¡Qué miedo le tiene el PP-progre a Ayuso! Lo que no deja de resultar curioso porque doña Isabel es la única -y el único- pepera que ganaría a Sánchez en unas Generales. Feijóo ha utilizado el error de Casado con Ayuso para defenestrar a Casado y colocarse él, pero por Ayuso sólo siente prevención.

¿Y en economía? ¿Qué ha aportado el nuevo líder de la derecha? Pues poco y malo. A saber: "para recaudar más hay que incentivar el consumo". Pues no, don Alberto, porque el impuesto del que todo depende, el único que no hay que bajar ahora mismo, que no se puede bajar, es el IVA.

Además, recuerde que a la gente hay que juzgarla por lo que gasta, no por lo que gana.