El problema no es Irene Montero, es Pedro Sánchez
Nueva pelea de patio de colegio entre los socios de Gobierno, retransmitida en directo por Irene Montero en RTVE.
“Estoy preocupada porque el PSOE ha transmitido que no quiere llegar a un acuerdo con la Ley Trans, creo que aún estamos a tiempo de intentarlo y así trataré que ocurra”.
— Podemos (@PODEMOS) November 28, 2022
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Recuerden que la Ley permitirá la autodeterminación de género, es decir, el cambio de sexo en el Registro Civil sin necesidad de informe ni tratamiento médico a partir de los 14 años. Si se trata de personas menores de dieciocho años y mayores de dieciséis podrán pedir la rectificación del sexo de forma autónoma, y entre catorce y dieciséis años, lo podrán hacer, pero asistidos por su padre, madre o tutor legal. En cambio, entre los 12 y los 14 años se necesita una aprobación judicial y el juez puede pedir las pruebas que considere necesarias. Aunque no olviden el caso de un niño de 8 años que tiene, según un juez, la "suficiente madurez" para concederle el cambio de sexo.
Es decir, Podemos ve un "recorte de derechos" las enmiendas del PSOE, aunque los socialistas con Marisu a la cabeza le han recordado a la ministra de Igualdad que el PSOE "tiene mayoría en la Cámara" para sacar adelante las normas.
En resumen, el PSOE quiere que las personas entre 14 y 16 años que quieran cambiar de sexo tengan que hacerlo con autorización judicial, pero para Podemos “incumple el compromiso de no tocar el corazón de la ley trans” porque esto es algo que los podemitas proponen para los menores de 12 a 14 años. María Jesús Montero ha explicado que quieren que "entre 14 y 16 años medie la jurisdicción voluntaria, que todos los elementos se pongan sobre la mesa para que el juez pueda valorar esa voluntad manifiesta y estable del menor para seguir un proceso de transexualidad”.
Y otros dos puntos de conflicto: los socialistas quieren que si el trans se arrepiente después del cambio, sea también un juez el que autorice la reversibilidad, algo que para Podemos es inadmisible. Y el segundo, la violencia transgénero, que para el PSOE supone un paso atrás en la violencia de género contra las mujeres.
Puede que las enmiendas salgan adelante con el apoyo del PP, pero lo que está pasando es peor: la izquierda ha conseguido centrar el debate en el tema de la edad y los menores y cuestiones periféricas, y con ello están ganando el debate. La Ley Trans no es una frivolidad, es una barbaridad, y da igual la edad, no importa que tal salvajada se lleve a cabo con 14 que con 25 que con 50 años. Esta Ley no es ni frívola ni inconveniente: es una salvajada basada en una mentira: quiénes somos cada uno de nosotros para elegir nuestro sexo.