Antes de leer, observen el vídeo que publicábamos ayer. Nada menos que el segundo banco del país, el BBVA, ejerciendo como promocionador de la transexualidad

La verdad es que no me extraña que algunos socialistas se alíen con el PP para parar la ley Trans de la podemita Irene Montero, pero acabarán cediendo, al tiempo. El siglo XXI ha sido el de la normalización de la barbarie y del blanqueo de las mayores salvajadas.

Sorprende que Vox no hable más alto. Del PP no cabe esperar otra cosa que la tontuna de Feijóo: "la ley trans es una frivolidad". Ahí se queda

Veamos: la Ley Trans de doña Irene Montero no es una frivolidad, es una barbaridad. 

La autodeterminación de género no es un derecho, es una estupidez. Cambiar de sexo no es una posibilidad, es una temeridad. 

Paréntesis: sorprende que Vox -un partido en decadencia- no hable más alto. Respecto al PP no cabe esperar otra cosa que la tontuna de Feijóo: "la ley trans es una frivolidad". Ahí se queda. 

Autodeterminación de género: ni en mayores ni en menores: no nacimos, nos nacieron

Y es que la autodeterminación de género no existe: ni en mayores ni en menores: no nacimos, nos nacieron. No nos pidieron permiso para nacer en España o en Francia, altos o bajos, ricos o pobres, guapos o feos... mujeres o varones.

Y luego está el cachondeo perverso: hoy me siento hombre, hoy me percibo mujer. Además, recuerden: sentirse mujer reduce pena y beneficia a los violadores.

Y luego está el cachondeo de hoy me siento hombre, hoy me percibo mujer: sentirse mujer reduce pena. Menudo coladero para desaprensivos

El cabreo de las feministas es lógico: luchamos por los derechos de la mujer y ahora resulta que la mujer no existe. Pero ellas tienen la culpa. Sí, fueron las feministas quienes empezaron a limar la ley natural, las que favorecieron el lesbianismo y ahora es una ultrafeminista, de nombre Irene Montero, quien ha introducido la verborrea sobre los derechos trans... y quien ha lanzado la Ley Trans.

El cabreo de las feministas es lógico: luchamos por los derechos de la mujer y ahora resulta que la mujer no existe. Pero la culpa la tienen... las feministas

Esto no es un simulacro. La oposición de PP y Vox a la ley está siendo mínima y sobre todo, no va al fondo de la cuestión. Esta ley no es ni frívola ni inconveniente: es una salvajada basada en una mentira: que somos quién para elegir nuestro sexo. ¿Acaso alguien nos pidió permiso para nacer?