El Congreso ha tumbado las enmiendas a la totalidad de PP y Vox a la ley trans promovida por el Ministerio de Igualdad, que podrá continuar su trámite parlamentario. Pese a que la iniciativa parte de Podemos e Irene Montero y que cuenta con el rechazo de gran parte de las feministas, con la socialista Carmen Calvo a la cabeza, el PSOE ha defendido la Ley ante los diputados. Así, la diputada socialista, Raquel Pedraja, ha criticado las enmiendas y la actitud del PP y Vox por su "claro no la ley" y ha asegurado que los de Abascal "no están a la altura" de un país "diverso, plural, abierto, tolerante y respetuoso" como España y les ha acusado de "alimentar discursos de odio" frente a quien "no entra en sus parámetros mentales".

Como publicamos en Hispanidad, la Ley Trans: es "lesiva e injusta" según el Observatorio de Bioética: "Se abre la puerta, de manera imprudente y de espaldas a las evidencias clínicas relacionadas, a tratamientos agresivos con efectos secundarios irreversibles en muchos casos". 

La Ley permitirá la autodeterminación de género, es decir, el cambio de sexo en el Registro Civil sin necesidad de informe ni tratamiento médico a partir de los 14 años. Si se trata de personas menores de dieciocho años y mayores de dieciséis podrán pedir la rectificación del sexo de forma autónoma, y entre catorce y dieciséis años, lo podrán hacer, pero asistidos por su padre, madre o tutor legal. En cambio, entre los 12 y los 14 años se necesita una aprobación judicial y el juez puede pedir las pruebas que considere necesarias. Aunque recuerden el caso de un niño de 8 años que tiene, según un juez, la "suficiente madurez" para concederle el cambio de sexo.

La norma reconoce la identidad de la persona trans a través de un procedimiento administrativo en el Registro Civil, donde la persona interesada expresará su voluntad ante el funcionario y será efectivo a los tres meses cuando ratifique su deseo. Así, elimina cualquier informe o diagnóstico médico o psicológico que acredite su disforia de género y la necesidad de haber recibido un tratamiento de hormonas de al menos dos años. El texto también prohíbe las terapias de conversión.

La Ley también 'mezcla' derechos para el colectivo LGTBIQ+. Entre otras cuestiones, modifica el Código Civil para que las mujeres lesbianas y bisexuales puedan proceder a la filiación de sus hijos sin necesidad de estar casadas.

Y, como buena ley de Irene Montero, la educación no puede faltar, se reforzará la educación en diversidad con contenidos específicos en los currículos escolares y los niños menores de 12 años deberán ser tratados en sus centros educativos conforme al nombre que hayan elegido.

La ley incorpora sanciones, que podrán ser leves, de 200 a 2.000 €, en caso de insultos o mensajes discriminatorios contra el colectivo LGTBIQ+. Graves, con sanciones de hasta 10.000 €, para acciones como la exclusión de personas LGTBI y muy graves con multas de 150.000 € por actuaciones como negar el acceso a bienes y servicios a personas LGTBI, las terapias de conversión, el acoso, o los contenidos educativos discriminatorios en libros de texto y materiales didácticos.

Insistimos: nadie nos ha pedido permiso para nacer, ni para nacer aquí o allá, ni para ser alto o bajo, listo o tonto, guapo o feo, hombre o mujer.