Es evidente el giro provida de Estados Unidos desde que Trump ocupa la Casa Blanca. Medidas provida, excarcelamiento de activistas acosados por Joe Biden y declaraciones y posicionamientos de primeros espadas de la Administración a favor de la vida. O como el republicano se lo está poniendo muy difícil a Planned Parenthood, el gigante abortero.

En un nuevo avance contra la cultura de la muerte, la administración Trump anunció el martes que quedan revocadas las recomendaciones promulgadas por su predecesor demócrata Joe Biden, que obligaba a los hospitales que realizan abortos de emergencia en Estados Unidos.

El memorando está firmado por el Departamento de Salud, a cargo del secretario Robert F. Kennedy Jr y elimina la obligación que tenían los hospitales de realizar abortos de emergencia, incluso en estados con restricciones al aborto. El gobierno de Biden publicó las recomendaciones en julio de 2022, después de que la Corte Suprema revocara el derecho al aborto a nivel federal.

El gobierno central del católico Biden emitió una guía que establecía que los hospitales "deben" proporcionar servicios de aborto si hay un riesgo para la vida de la madre, basándose en la Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y Trabajo de 1986, que exige que las salas de urgencias proporcionen tratamiento estabilizador para cualquier persona que reciban.

Algo que la Corte de Apelaciones tumbó, impidiendo a Biden que llevara a cabo sus planes de obligar a las urgencias a realizar abortos en Texas o Idaho. La administración Biden pretendía que los tribunales le permitieran convertir las urgencias de los hospitales en centros abortistas, obligando a los médicos de urgencias del Estado a practicar abortos, independientemente de si hacerlo violaba sus creencias religiosas, escudándose en que un aborto puede ser urgente, porque puede ser una emergencia para la vida de la madre.