Como ha venido destacando Hispanidad, en Nigeria operan las milicias islamistas de los pastores musulmanes Fulani o grupos yihadistas como Boko Haram o la facción del Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP), que se dedican a atacar a los cristianos…, ante el escandaloso silencio de Occidente y con una cierta complicidad del Gobierno nigeriano, dominado por los islamistas

Ante ese genocidio de cristianos, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha llegado a decir lo siguiente: "Si el Gobierno nigeriano sigue permitiendo la matanza de cristianos, EEUU detendrá inmediatamente toda la ayuda y asistencia a Nigeria, y muy bien podría intervenir en ese ahora desprestigiado país, blandiendo armas, para eliminar completamente a los terroristas islámicos que están cometiendo esas horribles atrocidades”. “Están matando a grandes cantidades de cristianos en Nigeria… No vamos a permitir que eso ocurra”. “Podrían ser tropas en el terreno, podrían ser otras cosas. Me imagino muchas cosas”. 

Y parece que un obispo nigeriano le ha tomado la palabra a Trump, porque, en una reciente intervención por videoconferencia ante el Subcomité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes (EEUU) sobre África, Mons. Wilfred Anagbe, señaló: “Sin una intervención rápida, el cristianismo corre el riesgo de desaparecer en partes del norte y del Cinturón Medio de Nigeria en muy poco tiempo”, recoge Aciprensa. 

El obispo añadió que la designación por Trump de Nigeria como país de especial preocupación (el pasado 31 de octubre) ha “traído inmensa alegría, esperanza y fortaleza espiritual a comunidades bajo asedio”, pero "se requiere una intervención coordinada política, militar y humanitaria. Señor presidente y miembros, la sangre de los cristianos nigerianos clama ante ustedes. No podemos permitirnos esperar más”.

En cualquier caso, la petición de Mons. Wilfred Anagbe mete presión a Trump, que ahora deberá valorarla... 

Recientemente, la cantante Nicki Minaj denunció la masacre de cristianos en Nigeria, ante la ONU. Y el pasado domingo, el Papa León XIV mostró su tristeza por el secuestro de sacerdotes, fieles y estudiantes en Nigeria y Camerún.