Médicos mexicanos defienden su derecho a la objeción de conciencia
Empezamos esta crónica semanal de Hispanoamérica —en la que hacemos especial énfasis en la defensa de la vida, la familia natural, la libertad de enseñanza y el bien común, es decir, los principios no negociables establecidos por Benedicto XVI— en México, para defender el principio no negociable del derecho a la vida y el derecho a ejercer la libertad de conciencia.
En ese país, el sector médico defendió su derecho a la objeción de conciencia luego de que el pasado martes 31 de octubre la Cámara de Diputados aprobara una iniciativa que modifica la Ley General de Salud del país sobre esta materia, recoge Aciprensa.
La iniciativa fue aprobada en lo general por el pleno de la Cámara de Diputados el 31 de octubre, con 304 votos a favor, 101 en contra y 13 abstenciones. Tras su aprobación, fue remitida para su análisis y debate en el Senado de México.
La aprobación del proyecto surge como respuesta al fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) —el máximo órgano judicial de México con facultades de tribunal constitucional— que declaró inválido, en septiembre de 2021, el artículo 10 Bis de la Ley General de Salud, en el que se regula la objeción de conciencia del personal de salud en México.
A nombre de 60 federaciones, asociaciones y colegios de médicos en México, en conferencia de prensa el 5 de noviembre el Dr. Luis Francisco Molina Jai, presidente del Colegio Mexicano de Medicina General, rechazó la “criminalización” del ejercicio del derecho a la objeción de conciencia que se quiere implementar.
“Nos manifestamos y reclamamos nuestra autonomía y libertad como profesionales de la salud y exigimos el derecho que nos corresponde a la objeción de conciencia y que se nos permita ejercer nuestros derechos, así como el libre ejercicio profesional”, expresó.
Esperemos que, para el año próximo, podamos lograr, también nosotros, un espacio reservado para los bebés abortados o descartados, en uno o más cementerios de nuestra arquidiócesis
Nos vamos a Ecuador, también para defender el principio no negociable del derecho a la vida. El pasado domingo 5 de noviembre, la Iglesia Católica ecuatoriana ofreció varias Misas dominicales en sufragio por los bebés abortados y los niños que mueren sin Bautismo. Las celebraciones litúrgicas se desarrollaron en las ciudades de Guayaquil, Samborondón, Daule, Portoviejo, Santo Domingo, Ambato y Tulcán, recoge Aciprensa.
En el marco de esta propuesta, un grupo representativo de obispos de todo el país se reunieron en el Panteón Metropolitano de Guayaquil, el pasado viernes 3 de noviembre, para celebrar la tradicional Misa campal institucionalizada por la Arquidiócesis local y la Junta de Beneficencia de la ciudad, que se realiza anualmente junto al "Pabellón de No Nacidos" del cementerio.
Mons. Eduardo Castillo Pino, Arzobispo de Portoviejo, explicó que, además de encomendar el alma de los niños a la misericordia de Dios, se busca también “llamar la atención de los fieles, y de la sociedad en general, sobre la dignidad de estos bebés, que se encuentran entre los más pobres, desprotegidos y descartados de entre la familia humana, así como sobre la tragedia de la difusión del aborto, su tolerancia social y su favorable legislación”.
“Esperemos que, para el año próximo, podamos lograr, también nosotros, un espacio reservado para los bebés abortados o descartados, en uno o más cementerios de nuestra arquidiócesis”, concluyó.
Durante el proceso de construcción, el equipo social de Cáritas trabaja en distintos talleres con las familias que serán propietarias
En Argentina, Cáritas diocesana de Nueve de Julio, en conjunto con Cáritas parroquial de la ciudad de Bragado, llevan adelante un programa de 50 viviendas bajo la modalidad de autoconstrucción participativa, recoge Aciprensa.
Se trata de un proyecto en el que los beneficiarios deben aportar una persona —puede ser el titular o alguien que lo realice en su lugar—, a quien durante los 10 meses que dura el proceso se le otorga capacitación técnica y acompañamiento.
La persona designada para la construcción recibe además un aporte contributivo para la familia acorde a la dedicación, el presentismo y los objetivos cumplidos. El proceso de selección de familias estuvo a cargo de trabajadoras sociales que hicieron un relevamiento exhaustivo y, a través de un cuestionario, buscaron despertar el ideal de cada familia.
A la fecha, ya se han podido terminar las estructuras de 8 viviendas y se ha completado la base de cemento de otras 36. Integrantes del proyecto destacaron “un muy buen clima de trabajo entre los 50 beneficiarios”, muchos de los cuales son mujeres.
Durante el proceso de construcción, el equipo social de Cáritas trabaja en distintos talleres con las familias que serán propietarias. Desde Cáritas Bragado informaron también que cuatro jóvenes del Colegio Industrial de la ciudad se encuentran trabajando en la obra como pasantes.
“Ellos eligieron participar y realmente es hermoso el apoyo y la seriedad con la que trabajan, dando un aporte riquísimo desde la juventud”, una demostración de que los jóvenes también se enteran y participan de las actividades que propone Cáritas.