Desde hace tiempo en Hispanidad hemos advertido sobre la peligrosa influencia que el régimen comunista chino tiene en la Casa Blanca de Joe Biden. Hace unas semanas, Ignacio Aguirre, analizaba cómo esta relación entre ambos países también había condicionado las declaraciones del Presidente estadounidense en la guerra entre Israel y el grupo terrorista islámico Hamás.

Una postura que, por otra parte, es conforme a la posición de su partido, dado que, como contamos en Hispanidad, los demócratas no condenaron de forma unánime los salvajes atentados de Hamás, e incluso destacados líderes del partido como la congresista Rashida Tlaib se negaron a valorar los salvajes actos terroristas del grupo fanático islámico, y aseguraron que Israel es un Estado que cometía un apartheid contra los palestinos.

Una posición avalada por el movimiento marxista Black Lives Matter, protegido por los demócratas, que ha apoyado los salvajes atentados de Hamás, asegurando que se tratan de un acto de autodefensa. 

Además, la sombra de la influencia de China sobre el clan Biden cada vez toma más protagonismo. Así, según un memorando publicado el miércoles por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, el presidente Biden recibió 40.000 dólares en fondos de CEFC China Energy, una empresa vinculada al Gobierno chino.

En este contexto, y cuando se cumple casi un año después de reunirse por primera vez, el presidente estadounidense y su homólogo chino, Xi Jinping, vuelven a encontrarse cara a cara en la cumbre de Cooperación Económica Asia Pacífico que se celebra en San Francisco.

Tras la reunión no está previsto que haya comunicado conjunto, aunque ambos líderes sí han confirmado que este encuentro servirá para estrechar lazos, mejorar relaciones e intercambiar impresiones sobre los dos grandes conflictos bélicos que están teniendo lugar: la guerra de Rusia en Ucrania y la de Israel en Gaza

Biden ha segurado que se toma la reunión como un esfuerzo para "estabilizar las relaciones", mientras que Xi ha expresado que “hay mil razones para hacer las relaciones mejores y ninguna para empeorarlas”.