En el contexto de la guerra que ha declarado el presidente ecuatoriano Daniel Noboa contra las bandas criminales, debido al caos y a la violencia que están sembrando por el país, el presidente colombiano Gustavo Petro, se ofreció a ayudar a Ecuador:

El presidente ecuatoriano Daniel Noboa no tardó en pronunciarse sobre el ofrecimiento de ayuda de su homólogo colombiano y le pidió a Petro, en una entrevista en Canela Radio: “Colombia dijo que nos querían ayudar y dije: perfecto, ya les mandamos los 1.500 presos que los tenemos manteniendo en cárceles ecuatorianas (...) Podemos sacar esos 1.500 y dejarlos en la frontera. Y muchas gracias”.

Se refería Noboa a que en Ecuador, la mayoría de los presos provienen de Colombia, Perú o Venezuela.

También ayer, el secretario estadounidense Brian A. Nichols, mostraba su apoyo a Ecuador en este tuit:

"Extremadamente preocupado por la violencia y los secuestros actuales en Ecuador. Estados Unidos apoya al pueblo de Ecuador. Estamos listos para brindar asistencia al gobierno ecuatoriano y permaneceremos en estrecho contacto con el equipo del Presidente 
@DanielNoboaOk  con respecto a nuestro apoyo".

Sin embargo, Petro, también en un tuit, respondía al secretario estadounidense Brian A. Nichols, haciendo gala de su ideología comunista y de su pasado en las FARC: 

Es decir, que para Petro, la forma de luchar contra el problema de las bandas criminales ligadas al narcotráfico pasa por legalizar la droga -ya que, "entre más prohibición, más rentabilidad de lo ilícito y más poder mortífero de las bandas"- y por "dotarse de poderosas políticas de empoderamiento juvenil que incluye la conectividad, la cultura y la educación superior". 

Seguro que las bandas criminales que operan en Hispanoamérica y que se financian con droga están de acuerdo con la propuesta de Petro (nótese la ironía). 

Y seguro que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, que las ha metido en vereda con su política de mano dura -y que le está dando tanta popularidad como éxito en su país y fuera de él- está de acuerdo con Petro (nótese la ironía). 

Y es que la ideología izquierdista-comunista de Petro, mezclada con su extremismo climático y su progresismo buenista, le lleva a realizar ese tipo de declaraciones absurdas e irrisorias. 

Y si no, que se lo pregunte a los miles de ciudadanos hispanoamericanos que conviven a diario con el terror de estas bandas. Así que, Petro, educación, sí, pero menos 'empoderamiento juvenil' y más mano dura contra el crimen, que es lo que aplaude la gente normal y corriente que está hasta el gorro de no poder vivir en paz.