El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, continúa su lucha contra el crimen organizado de las violentas maras o pandillas y que tanta popularidad le está dando en su país, donde ha logrado más del 90% de aceptación

Este martes, el presidente anunció un cerco militar y policial en el departamento central de Cabañas. En Twitter, Bukele anunció: “Desde esta madrugada, 7.000 soldados y 1.000 policías han establecido un cerco de seguridad alrededor de todo el departamento de Cabañas. Su labor será evitar la salida de pandilleros del departamento y cortar todas las líneas de suministro de los grupos terroristas”.

En las últimas semanas “producto de nuestra guerra contra pandillas, Cabañas se ha convertido en el lugar con mayor número de células terroristas, que han llegado ahí buscando sus áreas rurales para ocultarse”, afirmó el mandatario. Indicó que el cerco “se mantendrá mientras los operativos puedan extraer a todos los pandilleros”.

En marzo de 2022, el presidente Bukele consiguió la aprobación por parte del Congreso de un régimen de excepción para luchar contra la violencia de las pandillas que en un fin de semana habían asesinado nada menos que a 87 personas. 

Hasta el momento, bajo ese régimen, han sido detenidas 71.776 delincuentes, según informó el pasado 24 de julio el titular del Ministerio de Seguridad, Gustavo Villatoro: “Tenemos a la fecha, y luego de un año de implementación, 71.776 capturas”. Añadió que las autoridades salvadoreñas “tienen comunicación” con las de México, Belice, Guatemala e “incluso con las Estados Unidos” para que se capturen a miembros de dichas estructuras que “han huido a esos países”.

El pasado 14 de julio, El Salvador negó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) las acusaciones de las organizaciones humanitarias sobre atropellos a los derechos humanos, acoso a la prensa y torturas.

Lo cierto es que los salvadoreños están encantados con las políticas contra la delincuencia de su presidente -que son envidiadas por los ciudadanos de otros países-, porque antes les mataban en la calle. Y ahora los delincuentes pandilleros cada vez lo tienen más difícil.