Hispanidad ha venido informando de la persecución a la que la dictadura comunista china viene sometiendo al cardenal Joseph Zen Ze-kiun  -arzobispo emérito de Hong Kong-, acusándole primero de colaborar con fuerzas extranjeras y después de mal administrador de fondos.

Por ello, el cardenal Zen debe enfrentarse todavía a un juicio civil, que fue retrasado porque la jueza había contraído el coronavirus. Pero que comenzó ayer lunes.

En ese contexto, el cardenal Fernando Filoni, prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, se solidarizó con el cardenal Zen ante el juicio que enfrenta en China, y afirmó que se trata de un “hombre de Dios” y “auténtico chino” que no debe ser condenado, recoge Aciprensa.

El cardenal Zen y otras cinco personas han sido acusadas, en concreto, por el régimen comunista de no haber registrado civilmente la sociedad Fondo Ayuda Humanitaria 612, que brindaba apoyo legal y económico a activistas prodemocracia de la ex colonia británica.

“En un proceso, el testimonio es fundamental. El Cardenal Zen no debe ser condenado. Hong Kong, China y la Iglesia tienen en él un hijo devoto, del cual no deben avergonzarse. Este es el testimonio a la verdad”, expresó en una carta publicada en el diario italiano Avvenire el Cardenal Filoni, también Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro.

El Cardenal Filoni se refirió al juicio al que en estos días es sometido el Cardenal Zen, a quien conoció en Hong Kong, una ciudad donde el purpurado italiano vivió por ocho años.

Recordó que entonces el Cardenal Zen era inspector de los salesianos, “inteligentísimo, agudo, con una sonrisa cautivante. Me decían: ‘¡Es un shanghainés (de nacimiento)!’. Gradualmente comprendí el sentido

El Cardenal Filoni recordó que Shanghái fue “una ciudad mártir en el tiempo de la ocupación al estilo nazista de los japoneses; fue un periodo increíblemente triste, cargado de violencia y destrucción que nadie olvida. También la familia del Cardenal Zen fue víctima”. “El joven Zen nunca ha olvidado esa experiencia y sacó de ella esa coherencia característica y estilo de vida; y además un gran amor por la libertad y por la justicia”, afirmó.

“Shanghái fue heroica, y héroes fueron considerados, casi intocables incluso por el régimen comunista, sus hijos. El Cardenal Zen es uno de los últimos discípulos de esas familias. Nunca los héroes eran humillados; era también la mentalidad del establishment chino, como lo es en Occidente para las víctimas de nuestro nazi-fascismo”, añadió.

Asimismo, destacó que la integridad moral e ideal del Cardenal Zen fue altamente considerada cuando San Juan Pablo II lo nombró obispo y Benedicto XVI lo creó cardenal.

Sobre el carácter que algunos le critican, el Cardenal Filoni preguntó: “¿Quién no lo sería ante a las injusticias y las reivindicaciones de la libertad que todo auténtico sistema político y civil deberían defender?”.

“Debo testimoniar todavía dos cosas: el Cardenal Zen es un ‘hombre de Dios’; a veces destemplado, pero sumiso al amor de Cristo, que quiso que fuera su sacerdote, profundamente enamorado, como Don Bosco, de la juventud. Por ello fue un maestro creíble. Además es un ‘auténtico chino’. ¡Nadie, entre los que he conocido, puedo decir, que sea verdaderamente ‘leal’ como él!”, expresó el Cardenal Filoni.