El Gobierno ototgó una subvención de 800.000 euros a una película a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales dependiente del Ministerio de Cultura al largometraje titulado La mitad de Ana, dirigido por la actriz Marta Nieto y producido por Elastica Films. Hasta aquí todo dentro de la normalidad de las paguitas a las que nos tiene acostumbrados la Ejecutiva de Pedro Sánchez

Según informa Okdiario, el ministerio de Miquel Iceta ha concedido esta ayuda "selectiva", es decir, una ayuda que se da a "las empresas productoras independientes para proyectos que posean un especial valor cinematográfico, cultural o social, sean de carácter documental o experimental o incorporen nuevos realizadores. Así, se han dado 400.000 euros a Elastica Films y otros 400.000 a Avalon, las dos productoras responsables del proyecto.

Pero la polémica se ha desatado puesto que la película tratará del "tema de lo trans en la infancia a través de una madre y un hijo en el proceso de cambio", para lo que Velo Casting ha lanzado una campaña en redes sociales donde anuncian que buscan "niños trans o niñes no binaries" de 5 a 9 años para "el primer largometraje de Marta Nieto". La polémica ha hecho que los responsables retiren el cartel del cansting, pero Nieto ha pedido "respeto" y ha aclarado que la película se acercará "a la realidad de la infancia trans desde el respeto a la libertad de exploración de género y desde el cuidado que se merece". 

La polémica salta justo la semana en la que se debate la Ley Trans en el Congreso, con una indignada Irene Montero que asegura que "No podemos hacer esperar más a las personas trans y a la comunidad LGTBI para que sus derechos sean ley, sin un solo derecho menos". 

La Ley permitirá la autodeterminación de género, es decir, el cambio de sexo en el Registro Civil sin necesidad de informe ni tratamiento médico a partir de los 14 años. Si se trata de personas menores de dieciocho años y mayores de dieciséis podrán pedir la rectificación del sexo de forma autónoma, y entre catorce y dieciséis años, lo podrán hacer, pero asistidos por su padre, madre o tutor legal. En cambio, entre los 12 y los 14 años se necesita una aprobación judicial y el juez puede pedir las pruebas que considere necesarias. Aunque recuerden el caso de un niño de 8 años que tiene, según un juez, la "suficiente madurez" para concederle el cambio de sexo y este casting es un nuevo ejemplo de la perversión de la infancia a la que estamos llegando con este Gobierno. 

Insistimos: nadie nos ha pedido permiso para nacer, ni para nacer aquí o allá, ni para ser alto o bajo, listo o tonto, guapo o feo, hombre o mujer.