Tras recibir, a las 11,00 de la mañana, al nuevo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y antes de volar hacia el "Reino de Marruecos" (convertido por la diplomacia española en algo así como el Reino de las 1.000 y una noches con Mohamed), Pedro Sánchez debería haber decidido cuál es su opción: PP o Podemos. Debería, porque algunas fuentes, en este caso exmonclovitas, aseguran que se niega a hacer lo uno y lo otro.

¿Aceptará Europa esta contradicción? Por supuesto que sí: Bruselas se ha convertido en un coladero de incoherencias

Como en Hispanidad escribimos recientemente contra el bipartidismo, un viejo conocido de Moncloa, ahora mismo fuera de ella, que conste, me comentaba que Sánchez se niega a elegir entre el PP y Podemos. Se niega a escoger entre el pacto de Estado con Feijóo o el gobierno de coalición con Podemos. Su respuesta es: me quedo con ambos, hasta 2024.

Por decirlo de otra forma, que la reunión de hoy jueves 7 de marzo, entre Sánchez y Feijóo podría no servir para nada.

Y es que la incoherencia invade la vida política española. Así, Núñez Feijóo está en las mismas que Sánchez: entre Pacto de Estado con el PSOE y alianza con Vox... me quedo con ambos, juego a las dos barajas.

Feijóo tiene un problema añadido: Isabel Ayuso, poco posibilista: no pactará con "el desastre" sanchista. Y el público aplaude su coherencia

¿Aceptará Bruselas esta contradicción? Por supuesto que sí: Bruselas se ha convertido en un coladero para todas las contradicciones y todas las incoherencias conocidas.

En el caso de Feijóo, que opta por la vuelta al bipartidismo pero sin renunciar a una más que necesaria alianza con Vox, existe un problema añadido: Isabel Ayuso, poco posibilista. Como afirmara recientemente, no pactará con "el desastre" sanchista. Además, si le fuerzan a elegir, Feijóo preferirá a Sánchez antes que a Abascal. Él es un progresista de derechas, no lo olvidemos.

Pero Iván Redondo recuerda: el hartazgo de la política tiene mucho que ver con la indefinición de los líderes, que provoca falta de "épica" y un divorcio entre políticos y ciudadanos

Ahora bien, el ex asesor de Sánchez, Iván Redondo, fautor del sanchismo, que invento suyo es, recuerda: el hartazgo de la política tiene mucho que ver con la indefinición de los líderes, porque eso provoca "falta de épica".

Es decir, el problema de la incoherencia de Sánchez y el de la incoherencia de Feijóo, no está en Europa, está en el divorcio, cada vez más palpable, entre ciudadanía y clase política, el mismo divorcio que provoca, según las encuestas, un alto índice de abstención en Francia ante la primera vuelta de las elecciones francesas.