La propaganda monclovita no deja de sorprender y en esta ocasión por su última metedura de pata. En la tarde del miércoles 17, tras la intervención de Pedro Sánchez en el Foro de Davos, le asignó al presidente del Gobierno el aplauso que se escuchó en la sala, pero en realidad el destinatario del mismo era Maarten Wetselaar, CEO de Cepsa.

El error no le fue difícil de cometer a Moncloa, pues el que pidió el aplauso fue Carlos Torres, presidente del BBVA, quien desde que se nos ha vuelto socialista, se ha convertido en la sombra de Sánchez. Sin embargo, el destinatario no era el presidente del Gobierno, sino Wetselaar, quien recibió un premio de Forbes como consejero delegado con mejor visión de futuro.

Y al final, Moncloa tuvo que rectificar más tarde su metedura de pata. Por cierto, el aplauso ocurrió tras la intervención de Sánchez en Davos y previo a su encuentro con algunos líderes empresariales, al que sí acudieron Ignacio S. Galán y Rafael del Pino, presidente ejecutivo de Iberdrola y presidente de Ferrovial, respectivamente. También estuvieron en esta cita: Carlos Torres; Maarten Wetselaar; Héctor Grisi, CEO de Banco Santander; José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica; Francisco Reynés, presidente y CEO de Naturgy; Josu Jon Imaz, CEO de Repsol; José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona.

Quien sí faltó a la cita entre Sánchez y los líderes empresariales españoles en Davos fue Ana Botín, presidenta del Banco Santander. Pero no fue por hacerle un feo, sino porque en Davos preside el Consejo Internacional Empresarial (que agrupa a 130 dirigentes de empresas y bancos de todo el mundo) y por obligación protocolaria, se tuvo que quedar a escuchar la intervención del presidente francés, Emmanuel Macron. Botín se perdió la charla que sólo duró una media hora, con saludos y presentaciones incluidos, a la inteligencia artificial: Sánchez refirió que hay que tener mucho cuidado con sus excesos, porque sino sobrarán empleos que hacen tareas repetitivas. 

Y por cierto, TVE, fiel a la voz de su amo, destacó que Sánchez habló de una ola de reaccionarios que nos invade y llamó a las empresas a no dejarse llevar y a unirse al Gobierno. A pesar de que no recibió plantones destacados, no se ha ganado ni a empresas ni a bancos. Una muestra de esto es la cara de Galán en la reunión con Sánchez.