Pegasus: ¿ridículo global u oportunidad política local?
Si no fuera trágico resultaría cómico. A las 7 de la mañana del lunes 2 de mayo, el ministro de la Presidencia, don Félix 'Pompas' Bolaños, sale en todos los platos, convocaba a los medios informativos al Palacio de La Moncloa a una rueda de prensa que tendría lugar dos horas y media después, y allí, nos comunicaba, urbi et orbe, que los móviles del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa, habían sido saqueados por el programa Pegasus, ese invento israelí para espiar artilugios ajenos... que se ha convertido en el más famoso del planeta.
La Generalitat no cree que alguien haya robado información del móvil de Sánchez. En cualquier caso, ¿a quién le importa? A los indepes no
Y si no fuera trágico... pues resultaría de lo más cómico, porque el tal Pegasus ha conseguido desquiciar a la ya desquiciada clase política española. En cuanto comenzó la sarta de disparates la ministra podemita Ione Belarra se dio por aludida y, como le tiene muchas ganas a su colega de Defensa, aprovechó para solicitar la dimisión de Margarita Robles. No pronunció su nombre, claro está, pero concluyó con aquello de que "no puedo ser más clara". En efecto, más clara no, más sincera sí.
Santiago Abascal apunta bien: el presidente del Gobierno no debe exhibir la vulnerabilidad de España. Al menos, no 'motu proprio'
Total, que Pedro Sánchez ha puesto en berlina a toda España... ¡sólo para contraprogramar a Isabel Ayuso en su 2 de mayo! Y por si no había quedado claro, allí se fue nuestro patético Félix "Pompas", para robarle cámara a Isabel Díaz Ayuso, en el homenaje a los héroes del 2 de mayo. El ministro Pompas no gritó lo de "Mueran los franceses" por un pelo pero alargó la mano para tocar la ofrenda floral: el también rendía homenaje a Daoiz y Velarde. ¡Cómo se entere 'Lolito' Macron!
El único que está contento es Íñigo "Errecoz": su juicio del patadón está pasando inadvertido
Al tiempo, la Generalitat catalana no cree que alguien haya robado información del móvil de Sánchez. En cualquier caso, ¿a quién le importa? A los indepes no, desde luego. Aseguran, en pleno desquiciamiento general, que los socialistas son verdugos que pretenden convertirse en víctimas.
Pues a lo mejor es cierto, que aquí vale todo. De cualquier forma, el líder de Vox, Santiago Abascal, apunta bien: el presidente del Gobierno de España no puede, no debe, exhibir la vulnerabilidad de España.
El único que está contento con este disparate general es Íñigo "Errecoz": su juicio del patadón está pasando inadvertido.