Pedro Sánchez ha añadido otra infamia a su currículo: el Congreso aprobó el jueves 14 de julio, quizás para honrar la Fiesta Nacional de Francia, la Ley de Memoria Democrática, que ya en su nombrecito lleva su porción de absurdo: la memoria no necesita apellidos, ni tan siquiera uno tan egregio como el de democrático.

Se trata, asegura el portabocas Félix Bolaños, de honrar a las víctimas del Franquismo, olvidando que Franco ganó la guerra y que, por tanto, las principales víctimas del Franquismo ocurrieron entre 1936 y 1939 y fueron muchas menos que las perpetradas por los republicanos en la retaguardia. A partir de ahí, hubo tribunales en el bando vencedor, que, con mayor o menor justicia, ejercieron su papel, con sus correspondientes abogados defensores y la parafernalia propia de los tribunales. ¿Garantías definitivas de juicio justo? No, pero, sin duda, justicia mucho más elevada que las de la checas o las de la justicia penitenciaria de los republicanos, que acababa en Paracuellos del Jarama.

Bueno luego están los 114.000 desaparecidos (dos veces citó la cifra Sánchez durante el Debate sobre el Estado de la Nación), sólo por detrás de Camboya... un bulo denunciado como 'fake' hasta por Newtral, un verificador amigo de La Moncloa.

Mertxe Aizpurúa, como directora de Egin, publicó este titular el día en que la Guardia civil liberó a Ortega Lara: "Ortega vuelve a la cárcel". Ahora ha conseguido que los verdugos investiguen a las víctimas

Todo en esta Ley de Memoria aprobada es una gran mentira. Por ejemplo, tiene gracia que el examen empiece en 1936 y no en 1931, cuando los milicianos socialistas, comunistas y anarquistas, asesinaron a gusto a más cristianos o gente de derechas, o cuando, ya con el Frente Popular, se crean las checas, especialidad marxista donde se trituraba y asesinaba a todo disidente..

En definitiva, se habla de las víctimas del Franquismo y no de las víctimas de la la II República.

Y ojo, porque, a partir de 1939, Franco juzgó: hasta entonces, los republicanos simplemente mataron.

Luego está lo de los niños: ¿quién empezó? A matar a los enemigos empezaron los republicanos.

La Ley de Memoria Democrática constituye una gran mentira. Insisto: ¿Por qué no empieza su recorrido en 1931 y no en 1936? Y entre 1936 y 1939, ¿sólo mataron los franquistas?

O también: si alargar el asunto hasta 1983 no tiene que ver con las víctimas de ETA, ¿por qué Bildu se empeñó en ello y consiguió doblarle el pulso al PSOE?

Un detalle que demuestra como ningún otro este grandioso embuste: Mertxe Aizpurúa, hoy portavoz de Bildu en el Congreso, como directora de Egin, publicó este titular el día en que la Guardia civil liberó a Ortega Lara: "Ortega vuelve a la cárcel". Ahora ha conseguido que sean los verdugos quienes investiguen a las víctimas. En el entretanto, Patxi López se rasga las vestiduras: "¡Esto no tiene nada que ver con las víctimas de ETA!". Sólo con las del Franquismo, la derecha está enfrentando a la víctimas, ¡qué horror!

Esto no es más que otra infamia cobardona de Pedro Sánchez. Infamia porque calumnia a los víctimas y rehace la historia, cobardona porque ha cedido ante Aizpurúa... sólo porque necesita los cinco votos de Bildu en el Congreso para mantenerse en Moncloa.

Todo muy repugnante.