El inefable Borja Semper, uno de esos políticos intercambiables, que podría ser portavoz de Sánchez al igual que lo es de Feijóo, ya lo dejó claro el lunes, tras su intervención ante la trascendental reunión de la dirección del PP en la sede de Génova: el candidato de Vox en Valencia Carlos Flores, condenado por violencia de género, un tema donde, como se sabe, apenas se producen sentencias injustas, es una línea roja para el PP: ese señor debe abandonar la política. El caso es que el PP sólo mandará en Valencia si Vox quiere, así que Vox debería responder que, si tal es la condición pepera... en Valencia debe seguir gobernando Ximo Puig.

Es decir, estamos ante la derecha insípida. El cobardón de Núñez Feijóo ha asumido la ideología de género y, en economía, la religión climática. No me extraña que su número dos, Cuca Gamarra, se considere más próxima al PSOE que a Vox. Feijóo también.

Su programa económico no dirá nada: ni abordará una reducción del disparado gasto público ni una amortización de la deuda. Vamos, que será muy parecido al del PSOE

Lo que nos lleva a la siguiente conclusión: el PP seguirá siendo progresista y feminista. Es decir, partidario del aborto, de la ideología de género y desde la niñez, de los muy diversos tipos de familia, de la transexualidad, no hablará de libertad de enseñanza de los padres para educar a sus hijos según sus convicciones... y muy poco liberal en materia económica.

Es más, su programa económico apenas dirá nada: ni reducirá impuestos, ni reducirá las cotizaciones sociales, ni abordará una reducción del disparado gasto público ni una amortización de la deuda. Vamos, que será muy parecido al programa económica del PSOE.

En este punto, Feijóo no es un liberal -ojalá-: es un socialdemócrata de derechas, una contradicción 'in terminis' sí, pero es que vivimos en la era de las contradicciones y de la derecha insípida. El PP no juega a ganar las elecciones: juega a que las pierda Sánchez.