Consejo de Ministros del 29 de noviembre. El exministro Juan Carlos Campo y la secretaria general de Presidencia, Laura Díez, han sido propuestos (que por cierto, los nombra el Rey y podría negarse a hacerlo) por el propio Gobierno Sánchez del que formaban parte, como magistrados del Tribunal Constitucional. No han esperado a que se renueve el órgano de los jueces, el CGPJ, y ahora Moncloa controla, aún más, el TC.

Naturalmente la culpa la tiene los magistrados conservadores, y el PP, porque no cumplen la Constitución ha dicho el ministro Félix Bolaños, alias 'el Bolas', que consideran a los dos altos cargos de Sánchez de lo más idónes para alcanzar el TC, que ahora controlan los socialistas a su conveniencia.

El asunto ha resultado tan sonado que hasta sus socios podemita hablan de puerta giratorias, aunque ellos querían meter a la secretaria de Violencia contra la Mujer, Victoria Rosell.   

Ni tan siquiera su socio de Gobierno, Podemos, admite los nombres propuestos por Sánchez como magistrados del Tribunal Constitucional

De tantas broncas entre socialistas y podemitas, Moncloa parece la casa de los líos, pero la desfachatez abunda. Eso sí, el desacuerdo entre buenas noticias... temporales: la Ley Trans y la ley de familias, dos barbaridades podemitas, se retrasan, esperemos que por varios siglos.

Lo que se ha aprobado es el proyecto de ley de Trata, dedicada, sobre todo, a la prostitución. El modelo sigue siendo el modelo progre: el malvado es el putero pero no la puta. Al cliente comprador le pueden caer años de cárcel, pero el vendedor del producto siempre es inocente. Pues si es malo el uno lo es la otra. Además, no olvidemos que hablamos de trata, y resulta que muchas prostitutas quieren seguir siéndolo, luego no hay trata sino trato. Recuerden la carta de la prostituta Rakel al presidente del Gobierno

 

El desacuerdo entre buenas noticias... temporales: la Ley Trans y la ley de familias, dos barbaridades podemitas, se retrasan, esperemos que por varios siglos

No, la prostitución es mala por sí misma, y malos son el proxeneta, la prostituta y el cliente de la prostituta. 

Es más abandonar el oficio y conseguir una ocupación honrosa no debe ser una opción libre sino obligatoria par toda prostituta.