Consejo de Ministros del martes 11 de julio. Penúltimo de la legislatura. El Ejecutivo ha decidido, en plena campaña electoral, convocar plazas de funcionarios para 39.000 nuevos empleados públicos. A 12 días de las elecciones, lo lógico hubiera sido dejar en manos del próximo gobierno la decisión. Entre otras cosas, porque tal cantidad de nueva burocracia ata las manos del próximo Ejecutivo para poner en marcha su programa político. Pero ahí estaba nuestra sin par Marisu Montero para explicarnos que no existe diferencia entre el empleado público y el privado: ambos son complementarios... salvo en lo que aportan al sistema productivo.

Oferta de empleo público: la mayor de nuestra historia... convocada ¡en campaña electoral!

Pero al pastel le faltaba su guinda: ahí estaba la vicepresidente segunda, Yolanda Díaz aprovechando sus últimos días como ministra para quitarle medallas al mérito del trabajo a peligrosos franquistas, muertos hace décadas. Pero la risión viene cuando doña Yolanda le quita la medalla a José Antonio Girón de Velasco, ‘el león de Fuengirola’, precisamente el creador de la Seguridad Social. Hay que ser muy, muy sectaria para quitarle la condecoración al creador del Estado del Bienestar español.

El ambiente en Moncloa es de pesimismo profundo: saben que la agresividad exhibida por Sánchez en el debate cara a cara con Feijóo, le dio la victoria a este último. De ahí la contradicción infantil de que Isabel Rodríguez, Yolanda Díaz y Marisu Montero se negaran a responder sobre  dicho debate para no utilizar la “mesa del Gobierno” como mitin electoral. Precisamente, ellas que acababan de poner como no digan dueñas a la oposición por todos los conceptos imaginables. Siempre se pueden batir marcas de cinismo.  

La candidata de Sumar hace campaña retirando las medallas al mérito en el trabajo otorgadas durante el Franquismo. Ojo: ahora le toca el turno a Girón de Velasco, el creador de la Seguridad Social ¡Toma ya! 

Por último, una nueva ocurrencia de Yoli, la ocu-Yoli: el Erte interminable. Como ella se explica con esa simpleza tan simpática, se trata de prohibir el despido. Ya saben, usted no despida y el Estado le pagará parte del sueldo del trabajador, para el que no tiene trabajo. Estos comunistas son geniales arreglando los problemas: tiras de fondos públicos y como el dinero público no es de nadie, pues no lo pagas, y en paz. Es maravillosa esta Yoli.

Cinismo: Díaz y Montero no responden a las preguntas sobre elecciones desde la mesa del Gobierno... en la que se puso a la oposición como no digan dueñas

Ahora bien, si la oposición fuera un poco lista plantearía una alternativa a las grandes ‘ocu-yolis’. Por ejemplo, establecer el despido libre con indemnización pactada de antemano para evitar abusos: convencer al español de que el empresario no es un ser maligno que disfruta, sádicamente, despidiendo trabajadores, sino un ser bastante normalito, que ficha trabajadores cuando los necesita y despide cuando no genera ingresos.