Pedro Sánchez ha dado un paso más en su proyecto de mantenerse en Moncloa a cualquier precio. Ahora, chantajea a Felipe González para que se esté calladito y no resucite el felipismo, es decir, a un PSOE sensato que no coqueteaba con el comunismo ni cruzaba todas las líneas rojas de la Transición. Sánchez está utilizando lo que Podemos llama las "cloacas del Estado". En otras palabras, está chantajeando a Felipe González con pruebas documentales de su participación en los GAL.

Por decirlo de otro modo, Sánchez está repitiendo la venganza de Baltasar Garzón, cuando González le utilizó como señuelo electoral y luego le dejó de diputado en lugar de hacerle superministro. El juez prevaricador se vengó de González con los GAL... y ahora Sánchez hace exactamente lo mismo.

La insensatez de Pedro Sánchez nos lleva a la III República. El actual presidente no ha perdonado a Felipe la Operación Borrell

Para entendernos, se trata de acabar con la Transición de 1975: con Adolfo Suárez muerto, Juan Carlos I en el exilio y, ahora, Felipe González chantajeado y callado, el asunto es posible.

Y ojo, Sánchez, tan insensato como temerario, tan ignorante como apegado al poder, probablemente ni se da cuenta de lo que supone finiquitar la Transición y dar paso a la III República. Lo único que sabe es que se ha mantenido en el poder y ya va para tres años, jugando con los comunistas, los separatistas y hasta con Bildu, en la cuerda floja y traspasando todos los límites... hoy mientras se mantenga en Moncloa está dispuesto a seguir haciéndolo.

Y la nueva etapa es esa: Sánchez advierte a Felipe González que si sigue buscando un pacto de legislatura PSOE-PP para reconducir la insensatez de haber pactado con los neocomunistas y separatistas, el fantasma de los GAL caerá sobre él.

Esto significa, sí, que esa insensatez y esa temeridad de Pedro Sánchez nos lleva a la III República, sea el presidente del Gobierno consciente o no consciente de ello.

Sánchez no ha perdonado a Felipe la Operación Borrell, que propuso al Rey Felipe VI y este no se atrevió a ejecutar. La operación Borrell consistía en una advertencia regia a Pedro Sánchez: si se empeña en pactar con los comunistas no le nomino para formar gobierno. Puedo nominar a otro miembros del partido ganador. Por ejemplo, a José Borrell.

¿El peligro? Que el Sanchismo organice un fraude electoral si se viera obligado a anticipar las elecciones a mayo

Y es que no olvidemos que las encuestas, a pesar de la inoperancia de Pablo Casado, siguen dando casi vencedor de la derecha. Cada vez son más los españoles que piensan que la majadería del Frente Popular socio-podemita debe terminar y cada vez son más los españoles que piensan que el Sanchismo debe pasar a la historia cuanto antes y don Pedro Sánchez jubilarse de la vida pública.

Ahora bien, el peligro, si Sánchez se ve forzado a convocar elecciones anticipadas en primavera de este mismo año, cuando la deteriorada economía española no admita más enjuagues, es este: que el Sanchismo organice un fraude electoral si se ve obligado a anticipar elecciones. Porque a este hombre ya lo hemos dicho hay que echarle de Moncloa en parihuelas.

El directivo de un abortorio español le dijo a un provida: "Tú no sabes lo que yo soy capaz de hacer por dinero". Sánchez podría decirnos: Tú no sabes lo que yo soy capaz de hacer por mantenerme en La Moncloa.